domingo, 2 de diciembre de 2012

Una canción para volver a casa.


Quiero escribir una carta, pero de alguna manera olvide la morfología utilizada para hacerlo. Olvide el lugar donde se coloca el destinatario cuando este es inexistente, cuando simplemente quieres decir las cosas y esperas que alguien en algún lugar las lea y sepa de qué hablas. De alguna manera u otra, comencé a escribir para ti. Escribo porque en noches como estas, en las cuales Morfeo no me visita, es lo único que guarda sentido. Es lo único que siempre tiene sentido a parte de ti.

Nunca realmente he sabido explicarme al hablar. Suelo divagar, distraerme o simplemente correr en dirección contraria al tópico. Sin embargo, este siempre ha sido el único lugar en el cual he podido ser honesta. Tu persona y el escribir se parecen mucho por lugar que ocupan en mi vida. Son sin duda alguna las únicas que me conocen bien y a las cuales recurro cuando nada parece tener sentido, son lo que más desee hacer de forma adecuada pero nada nunca salió bien.

 El volver a escribir hace un tiempo atrás se sintió como volver a casa, retomar los viejos hábitos y simplemente parar la película en un momento eterno simplemente para decir junto a los protagonistas “You see us as you want to see us... In thesimplest terms, in the most convenient definitions” … fue volver a la esencia de quien solía ser. Sin embargo, mucho de quien era se perdió tras ese fin de semana tan confuso y largo. Nos tomo mucho reparar esas piezas que quedaron fuera del rompecabezas y más aun reemplazar las que quedaron irrecuperables tras tantas tormentas. Se perdió mucho de quien fui, porque en su mayoría estaba definida por quien era para ti.

Supongo que a ti te paso igual, solo que corriste con la suerte de tener un plan de contención que funciono sorprendentemente bien. Pero yo nunca tuve a donde escapar. Solo me quedaba esperar y lidiar poquito a poco con lo que podía y como podía. Yo lo guarde todo en el cajón y apreté el botón de  (fast foward) y comencé a vivir muy rápido. Luego, todo simplemente se detuvo y realmente no ha ido a ningún lugar since then.

Me han pasado cosas muy buenas, realmente muchas cosas buenas. Pero también he estado muy sola. Toma mucho tiempo dejar que alguien realmente te conozca y a decir verdad creo que toma aun más tiempo cuando ambas personas están creciendo… ¿Quiénes seriamos si no nos hubiéramos topado en medio de aquel gran caos?

Supongo que cambiamos mucho y entendimos muchas cosas. Supongo que lo que escribí quizás no tiene ningún tipo de sentido. Supongo que no quiero que lo tenga. Simplemente quería escribir sin pensar, simplemente decirte que representas esa sensación de cuando vas conduciendo con los vidrios abajo y está sonando aquella canción y simplemente te sientes infinito; como si el tiempo jamás pasara y fueras eterno, justo ahí en ese momento todo cobra sentido y sabes que no eres más que eso; mas que aquel sentimiento cálido de oír una canción cuando vuelves a casa.  Una canción como “Déjame Vivir”- Jarabe dePalo o “How soon is now?”- The Smiths  o “Something”-The Beatles  o quizás todas juntas.






lunes, 8 de octubre de 2012

El día que no me afeité las piernas



El día que no me afeité fue un sábado cualquiera, lleno de una emoción vibrante que realmente no me llenaba. Andaba aún con la cabeza grande , culpa del trabajo o la resaca... Quizás culpa de las ganas de besarte en aquella esquina del bar.

Te habías ido a la capital en la mañana, sin despedirte de mi o dejarme una cartita como las otras veces. Supongo que fue mejor así, no quería explicarte porque no me había afeitado las piernas. Esta era mi protesta a puertas cerradas, andar en camiseta larga y no untarme crema corporal.

Ese día  me encontré con un viejo amor, uno de los tantos que ya sólo conozco por los nombres de pila. Era casi como vivir de nuevo aquellos besos robados del anfiteatro, aquellas ganas revueltas en el estómago que los grandes llaman deseo; no te miento si te cuento que incluso, llegue a sentir algo de celos cuando menciono que mi promesa no se había cumplido,- su chica nueva me ganaba en materia de besos- el agregaría que por muy poco, pero no le creería.

Supongo que el día transcurrió normal, yo con mi secreto a cuestas como una rebelde o una contrabandista. Una opositora a la sociedad de piernas lampiñas ... Yo la chica al "natural".


Pero justo aquel día, me raspe la rodilla. La mirada tosca de la enfermera lo dijo todo. Por un momento fui  una abominación y no una mujer, un ente que se negaba a acatar las normas de la sociedad lampiña que ocupaba el trono.  

Sin saberlo, ese sábado  también me toparía con mi madre en el mercado. Quería ver mi rodilla frente a todo el mundo. Notaria que no me he afeitado las piernas y ardería Roma. Preguntaría sí tu y yo estamos bien, porque aún le es difícil mencionar el tema del sexo. Horas más tarde entre la soledad y las copas me preguntaría si eres parte de ese way natural de chicas peludas y demás. Me reí, tal como tu lo harías porque ya conoces el prurito de mi mamá.

Al terminar volvi a casa cansada y arrastrando los pies. Con una rodilla lastimada y algunas páginas que leer. Me quedaría dormida frente al televisor para despertar con tus besos tibios y el olor a café. Te había extrañado tanto que simplemente te bese, mi cuerpo se abalanzo sobre el tuyo que estaba sentado a mis pies. Esa sonrisa picara en tus ojos me avisaban  que tus manos se iban a escabullir por dentro de la piyama.

Un beso, otros dos. 

Cuando de repente, lo dices fuerte y claro... Me amas. Las palabras caen como un balde de agua fría y no puedo hacer más que mirarte en total shock no lo habías verbalizado antes, pero yo ya lo sabía claro esta. Tu expresión cambia porque no entiendes esta pausa. Dije que te amaba -cosa que juro que ya sabías- y me besas más.

"Espera amor,  que tengo una rodilla lastimada." Digo cuando colocas las mano en mi muslo. Me pides verla y es justo en ese instante que lo recuerdo! No me he afeitado las piernas!.

Te miro a la cara y digo, " hoy me querrás así, con mis piernas no afeitadas y sin hacer el amor. Me amaras como en las películas viejas". Pero te paraste y fuiste a la cocina , yo jure que te ibas... Pero no. Volviste con el teléfono y un par de menús de comida para ordenar,  el cabello vuelto un caos y la camiseta estrujada.

No podía estar más sorprendida y lo notaste. " se qué me falta la barba para el look, pero no me diste tiempo." Sonreíste mientras dabas tus argumentos sobre la comida China versus la japonesa... Quien lo diría que justo aquel día en que me negué a afeitarme las piernas o quitarme la piyama me daría cuenta de que, algún día -no muy lejano- me casaría contigo.  Si, contigo El chico que se había dormido viendo una película con una cuchara de helado aún en la mano. 

lunes, 3 de septiembre de 2012

Carta anónima II

Aparentemente era un día como todos los demás, cálido y húmedo, lleno de esa resaca artificial que colma el aire los domingos. Salías de la ducha tarareando esa canción que juraste odiar dos semanas atrás y por la que discutimos, "la sobre exposición tiene sus efectos hasta en las almas mas fieles" dijiste mientras yo reía desde la cama. Nunca imagine que momentos como ese se volverían inrrepetibles, o que ese beso seria el ultimo. Nunca sabría, hasta pasado las 3 que aquel día, cálido y húmedo, seria el día de mi muerte.

El domingo en que morí, me levante con el maquillaje corrido y el cuerpo adolorido, oí tu voz tararear en la ducha, me lave la cara y puse un café. El domingo en que morí te bese cansada, como si la rutina le ganara la batalla al vértigo inminente que recreaban tus besos en cada ocasión. Salí a "explorar", como llamabas a mi manía de comprar libros que nunca leería en su totalidada, a compar un poco de café y a limpiar el aire de mi sistema. Tu te quedaste en casa, querías cocinar.


Ese domingo me esperaba en casa por primera vez en mucho tiempo una torta de frambuesas, un vino espumoso en la nevera y un buen filete de res. Me esperaba un anillo también, pero eso nunca lo pude saber. ¿ Supe en algún momento, a ciencia cierta, todo lo que una vez me espero en casa?

Antes de morir, disfrute un café y  compre para ti un libro. Uno de esos libros en los que buscarías respuestas pero nunca leías, una edición nueva de las historias del creador de la maga, un modelo descodificado para armar. Salí del café con el teléfono en mano tomándole la foto a tu regalo, presione enviar y luego....


Nunca sabré que el conductor estaba borracho, o que se suicidaría días después al verte destrozado en el juicio. Nunca sabré que no volviste a amar como me amaste a mi, que vendiste la casa o que te compraste un perro. Nunca sabré si tuve funeral, o si Diego vino a llorar sobre mi tumba; nunca sabré que lo abrazaste a un a sabiendas de que lo ame mucho mas que a ti. Nunca sabré en realidad que me paso, si existí o si solo fue una tulpa. Breve, borrosa e irreal. 



[Inspirado en la pelicula One Day]

miércoles, 15 de agosto de 2012

Del "amor" y demás hierbas aromáticas.


“Había que escribir sin para qué, sin para quién.” (Alejandra Pizarnik)

Enamorarse siempre había sido una de esas cosas a las cuales me negaba profundamente, mostraba una envidia notoria  a esa capacidad –aparentemente compartida entre todos los demás seres humanos- de entregarse y perder el control. La ceguera benigna, la enfermedad contagiosa, la plaga de la cual todos queremos morir; el paracito que altera la morfología de nuestro cerebro. ¿Podría yo, el ser que se negaba a todo, de pronto creer y caer presa de lo que tanto rehuí? No parecía tener sentido que me enamorara -o que quisiera hacerlo-.

Yo funcionaba de una manera distinta, ni superior ni inferior, simplemente distinta. Mi capacidad - ¿virtud o defecto?- de separar y categorizar de manera diferente a las personas por sus aportes versus mis necesidades, rayaban tanto en el prejuicio estereotipico, como en la mera frialdad. ¿Era yo la limitante que no permitía el desarrollo de relaciones profundas y duraderas por la imagen mental previa de las capacidades y deficiencias de quien tenía al frente? Quizás, aunque bien pudiéramos decir que solo “preví” lo que tenia mas posibilidad de pasar.


Hablar de amor siempre es complicado, más aun cuando tu visión difiere de la general. El plantarse firme y emplear la negativa para no validar el concepto cómodo –y hasta cierto punto fantasioso- que elegimos creer, vender y leer – algunos incluso agregarían vivir-, aquel que no hace ir  llenándonos de puntos vacíos y desazones porque no tenemos “todo lo que se supone que necesitamos” o  porque no sentimos lo que “debíamos sentir” en el momento justo. Hace que, los seguidores del concepto anterior, te consideren fría e incluso, en una que otra ocasionfrívola. Pero, ¿Quién soy yo para decirte en que creer? Cuando el amor se ha convertido en más mito que realidad.

"I'd rather give up that give in to this"- (Promises, promises- Incubus)

jueves, 2 de agosto de 2012

Té para 2


Cuantas veces habré intentado que juegues conmigo
(Carlos Siles)


¿Cuántas veces te pedí que jugáramos bajo la lluvia?
Que nos mojáramos un poco  el cuerpo con el agua fresca.
Cuantos días malgastados enojada frente al portal
Sabiendo que nunca saldrías a jugar.

¿Quién repondrá esas noches malgastadas,
Que pase en la oscuridad sin poder dormir?
¿No lo sabia yo todo?
¿No era este el desenlace más lógico?

¿Me extrañas si me voy?
Si vuelvo esta una historia trágica
Si te grito en demanda: ¿Cuántas veces habré intentado que juegues, cariño?
¿Cuántas?
Antes que me diera cuenta que no querías jugar
No conmigo.


jueves, 12 de julio de 2012

Batida de Fresas


Hoy ha terminado por fin la batalla intensa que se libraba en mi mente. Las tropas cansadas, -pero victoriosas- pueden volver a sus antiguas posiciones sin preocuparse de que, en un arrebato del destino, tengan que enfrentarse nuevamente a esto que llamaron: “Tristeza”.

Hoy por fin comprendí que lo que estuvo siempre mal fue el enfoque; la nostalgia nunca fue hacia tu persona, -porque la sentía aunque estuvieras presente- fue el nombre que le di a la impotencia de ver como desaparecías frente a mi.  Te preguntaras como llegue aquí, como formulo mi mente –después de tanto tiempo- una resolución tan simple y certera sobre el problema que me aquejaba, sabiendo pues, que mis niveles de cognición se habían visto trágicamente afectados por esta “pseudo-depresión”, pues a decir verdad es muy simple, me lo dijo un batido de fresas.

Entre el jugo rosado y la ventana conversaron sobre como no te extrañaba. No, no podía extrañarte aun queriendo, porque simplemente ya no existes. Esta persona nueva, de hábitos nuevos –que luce y habla como tú- se esconde bajo tu identidad y confunde, pero no eres tú – o quizás, si lo es. Quizás este es quien fuiste siempre, y ahora que ya no temes al que dirán, puedes ser tú libremente.-

No creo pertinente el expresar mi opinión sobre tu alter ego, sin embargo, el llegar a la conclusión de su existencia – y con esta la desaparición total o parcial de la persona que conocí- me da cierta calma porque explica –el sentimiento que por comodidad semántica  llamaremos:- la nostalgia, sentida en días anteriores. Ahora, que comprendo a cabalidad la naturaleza del sentimiento, sé que no es “tristeza” o “nostalgia”; simplemente hago el duelo.

Esta palabra –duelo-, definida por la real academia de la lengua española como: “1. m. Dolor, lástima, aflicción o sentimiento expresado hacia la muerte de alguien o algo.”, es exactamente lo que he estado sintiendo. Aquel que conocí, quise y entendí ha muerto -¿lo mate o cometió suicidio?- y no hay nada que pueda hacer más que aceptarlo y vivir con ello.

jueves, 28 de junio de 2012

Versos


Sere por primera vez feliz sintiendome libre de experimentar la soledad,
pero no esa soledad que ellos me dan a beber,
 no esa soledad impura de estar solos entre la multitud
sino la libertad que esconde la soledad, esa casi inmerecida oportunidad de dejar tu cuerpo ser y ver tu alma salir por los poros.

lunes, 18 de junio de 2012

Transmutación

La conocí,
Más nunca supe de donde venia
No sabía a quien le pertenecían sus ojos
O de donde tenía pasaporte esa sonrisa 

La vi llorar
Sin ser yo el culpable de ese crimen 
Ignorando el sabor que tendrían esas lagrimas 
Colándome en el momento justo donde no había nada 
Siendo participe a lo lejos de sus muestras de nostalgia.

Fui yo, 
Con o sin ella 
Jugando tantos papeles en el ajedrez de su vida
Siendo jinete, caballo y hasta alfil 
Conocí a la mujer en transito que hoy tengo ante mi 

Yo la entendí,
Cuando ni ella lo veía 
La acorrale y cure sus heridas 
La vi crecer, temer y ser temida 
Le enseñe a cambiar el contexto y las vidas

Yo era quien seré aun estando sin ella
Ella fue quien quise y nunca merecí 
Y al final 
La metamorfosis fue demasiada para mí 
Pero ella nunca lo vio así 

Ella era la mujer de la mirada recia 
El cambio y la sed de misterios 
Ella era la vida y el arte 
Y yo su espectador constante.


Quien era ella entre sus paredes no importaba 
Nada era tan preciado como este instante 
Como el momento en que me cambiaste 
Eras como la hiel dulce del alma
Que brotaba a cantaros de esa mirada

Ella, la mujer que cambia ante mí 
Es la fuerza que sostiene al mundo 
Mediante el juego viril
De amarte y dejarte ir 

martes, 5 de junio de 2012

Terrible


Por arrojar al río las llaves
Con las cuales encierro todo lo que no me pertenece
Me he  perdido a mi misma
Ya ni se bien quien soy

He quedado fragmentada
Entre la realidad y el delirio
Entre los miedos y el olvido
Entre lo que fue y lo que no.

Al alejarte y volver
En la ruleta que me envuelves sin querer
Quiebras el poco orgullo que me queda
Las pocas ansias…

Pero ahora que sobre el borde me inclino
Me doy cuenta que nunca mentí en lo debido
Ni  deje a mis sueños 
Huir con vida propia como lo exigían

¿Prefieres que te hubiera mentido?
¿Prefieres que hubiera dicho que todo estaba bien?
¿Cómo? si me enfrentare dentro de un rato a algo que supera lo imaginado
A la culminación celestial de lo que he estado esperando.
                                                               
Pero pese a lo que soy
Me niego rotundamente al hecho
De terminar sin decir todo lo que pienso
Así que no te iras hasta que de mi pecho salga hasta el ultimo rencor

Así,  armada de valor
Miro a los ojos que nunca me miraran como soñé
Y aun  con mi orgullo algo herido
Te digo las razones por las cuales soy lo que soy…
Las razones por la que nunca fuimos en un sentido lo que debíamos.

domingo, 3 de junio de 2012

3 x 2

Afuera la granizada intensa,
Adentro el deseo palpable.
A un paso de tu cuerpo, el de ella.
A tres del sillón, a treinta de la habitación.

Y todo se resume a esto,
A una mala decisión.
A un pensamiento de un segundo,
A ser; luego estar.

A un suspiro del abismo,
A dos de volverte a extrañar.
Un toque es el permiso
Es decir: “quita todo lo demás”.

Te quema
Sentir su respiración tan cerca
Y saber que no eres el dueño,
Mientras sientes esas ganas que te queman el cuerpo.

Así que ahora te alejas.
Lo deciste.
Te muevo,
A sabiendas de que te tomara la mano.


Y ahí está, el toque.
El permiso que esconderá el  “quita todo lo demás”
El deseo puro… “el no pensar en los demás”

Pero te frenas a pensar
En el sabor de las mentiras
En el olor férreo del elixir de los dioses
En si lo vale…

Tu cuerpo conoce el camino hasta el del
Sus manos, conocen tu espalda
Ambos encajan perfectos
Y una vez más no ha pasado el tiempo.

“¿Cuánto pesan las mentiras?” preguntas
Y de sus ojos desaparece el deseo
Sus manos sueltan tu espalda
Mientras su cuerpo desconcertado da un paso a lo lejos.

Así que ahora, a la luz de tu buen juicio
Lo ves realmente débil y cansado.
Como ha estado desde hace años.

Y en una epifanía cuasi-utópica
Ves la realidad de ese ser
Débil y cobarde
Cuyas marcas púrpereas enmarcan esos ojos vacíos
Los mismos que solían parecerte tan divinos

“Mucho mas que el deseo” respondió
Mientras sonríes a sabiendas de que
Nunca te volverá a tocar.
De que este es el horrible final.

sábado, 21 de abril de 2012

Bendito Sea Aquel


Bendito sea aquel
Que besa estos labios impuros
Bendito el que sueña
Con tocar este cuerpo de muerte.

Bendito aquel
Que como bálsamo se cuela entre mis heridas
Bendito aquel
Que ama aun sabiéndome impura y blasfema.

Bendito aquel
Que no sucumbe ante la tentación
Sino que santifica a esta
Y luego salva su alma volviéndola etérea.

Bendito sea él, 
Él de los labios puros
Que descansan en mi piel
Purificándome

Bendito sea este fuego que no quema
Más inmola mi piel volviéndome algo más que un ser

Digna soy, digna seré
De todo menos de tu ser.

domingo, 8 de abril de 2012

Universal


En el país de la pélotica, nada funcionaba como debería. Toda cosa creada tenia su propio ritmo y función, y sin importar lo “simple” que parecieran los comandos era bastante difícil saber como ejecutarlos si no  eran nativos del país en cuestión.  En este país extraño habitaban todo tipo de seres y criaturas, cocreadores del caos que se vivía en las calles y constructores de una ciudad errática que no respondía a ninguna regla creada con anterioridad. Mis personajes favoritos no eran siempre los mismos dependía mucho del  día o incluso de la situación que ocurriese.

Sunny, sin embargo  era una de mis favoritas,  esta melodramática chiquilla calificaba al mundo en superlativos y de vez en cuando lo teñía con lágrimas, mas era  en su mayoría quien solía llenarlo de risas. Ella era una luz y sin saberlo iluminaba el mundo entero.  Nosotros, seres bizarros y atolondrados, la queríamos muchísimo aun sabiendo que ella no pertenecía a la nuestra galaxia.

La razón por la que se encontraba aquí era un misterio para los demás, sin embargo yo lo sabía.  A Sunny se le estaba apagando la luz, y ella sin notarlo,  iba regalando grandes descargas y poco a poco la energía se le fue acabando. Sunny venia de la luna y como muchos de nosotros, cayó en  un vórtice extraño que la alejo de casa. Ella decía que aquí estaba mejor, que era mas seguro y que su luz volvería en algún momento, nosotros estábamos desesperados por  creerle, pese a que todo apuntaba a lo contrario.

Ella tenia este extraño encanto cuasi-ninfico que la hacia altamente apetecible a cualquier ojo, eso en combinación con una necesidad insaciable de dar (o darse)  la hacían presa fácil de decepciones y sin sabores. Sé que se pensaría que simplemente por el hecho de encontrarnos en un lugar perdido en el tiempo y espacio, los hombres no serian tan burdos, pero si, aun aquí lo son.  Ella se refugiaba en amigos malos cada vez que alguno de sus caprichos no funcionaba, dejándonos como testigos de sus caídas y como pilares de sus levantadas.

Sunny, la luz del mundo al final de esta historia, sigue sin encontrar su lugar.  Su luz se ha vuelto tenue y ya no quema como el sol de abril. Poco a poco se le ha ido la sonrisa, ya tiene poco que dar y la pasión la ha dejado débil. Nosotros nos aferramos al recuerdo, a las ganas de traerla de regreso… pero ella se nos escurre poquito a poco entre los dedos. Sunny es la dueña del mundo, y como este, se cae a pedazos.

[Gracias al profesor Juan Fernandez, por el termino "pélotica" ( pequeña sátira a como el Dominicano parece mezclar la pelota -o el baseball- con la politica).]

lunes, 19 de marzo de 2012

Agua

Alice se sienta a llorar.  No entiende que pasa, ni por que le duele tanto la cabeza.

-Todo el mundo tiene una teoría, pero nadie es capaz de darme una respuesta- pensó mientras se acomodaba en el piso.

Entre las lágrimas y el dolor de cabeza comienza a soñar. En el sueño ella no existe y la vida de los demás continúa sin diferencia alguna…

-No es mi culpa-  se dice a si misma – nunca ha sido mi culpa-

lunes, 12 de marzo de 2012

THE Event

Llovió, o se supone que debió de , el mundo aparentemente contestaba mis plegarias del fin de semana y dejaba por primera vez el sol brillar. Dentro de estas paredes no hay estaciones, ni horas y a decir verdad ni escalera que funcionen... pero asi es la vida del pobre.  Entre música de pacman, polvo, anécdotas y calor, sucedió. Así de simple, después de tanto baraje se redujo a esos escasos 5 segundos.

Magia, fuegos artificiales, musiquita pacman, carros de carreras, tokens, niños, calor (quizás fiebre) y listo.