martes, 31 de diciembre de 2013

Alicia y el fin del mundo (incompleto)

Alice despertó con el sueño aún rondándole las pupilas. Estaba cansada,pese a que había dormido toda la noche. Se sentó en la cama y, aún con los ojos cerrados, busco las pantuflas con solo las puntas de los pies. Alice era una de esas personas especiales que pueden sentir cuando el día no marchara bien y hoy era uno de esos días.

 Faltaban pocos días para el fin del mundo, aunque ella no los contaba, procuraba tenerlo pendiente. Era esa atmósfera mística que le ofrecía una excusa para todo; besar a un chico en el bar, comer una barra de chocolate, o incluso, comprar esos zapatos que usaria solo una vez probablemente para vérselos en los pies. Para Alice el fin del mundo no era más que eso, una excusa funcional y muy lógica.

Bajo esa atmósfera y una pequeña llovizna, salió el sol. Se levantó y anduvo por la casa con ganas de un café o quizás un chocolate, o tal vez jugo (la alacena siempre era impredecible a finales del mes). Su compañera de habitación no había llegado a dormir, lo cual era común después de que se consiguió un nuevo novio. Esta vez era un estudiante de término de bioquímica. Algo muy extraño para alguien que estaba haciendo su licenciatura sobre «estudios modernos del arte». Pero así son las cosas de la vida.

Tenia clases en menos de media hora, así que en vez de caminar hacia el café, camino hasta el baño. Tomo una ducha cálida y luego se vistió. En el camino iba pensando sobre las inminentes vacaciones, el hecho de volver a casa... «por alguna razón viene el fin del mundo» dijo casi en voz alta, a sabiendas de que ella no estaba preparada.




viernes, 6 de diciembre de 2013

Alice and Madland

Alicia siempre andaba abriéndole la puerta a todo el que tocará. Era como sí la muy nueva constancia de su soledad la hubiese impactado repentinamente , y ella desesperada, intentaba alejarse del sentimiento, formando vínculos con el primero que aceptará.Esta era la razón por la cual era dueña de esta pseudo fijación del tener.
Ella quería ser dueña del mundo, el suyo, el tuyo y cualquiera que existiera de por medio era esta necesidad de tener y de sentirse importante la que la movía en distintas direcciones pero tras un mismo fin: ser irremplazable y necesitada.
Por sobrétodo Alicia quería ser feliz, y para ella este concepto venía ligado íntimamente con el verbo amar. El mismo verbo que ella (citando a Cortázar) iba "dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses" y de igual manera sobre todo aquel homínido masculino que se presentase.
Siempre tras cada ruptura imaginaria se decía lo mismo. "Yo debería" y tras esta demanda del ser, amontonaba pequeñeces y banalidades entrelazadas con aquellas resoluciones de año nuevo que siempre dejaba sin cumplir. "El mundo era muy grande para una idealista" era su frase, y justo con eso te abría los discursos donde lloraría (ya que esa era su forma de ahogar las penas) y te diría que se sentía pequeñita ante todo lo que pasaba.
Yo era pequeñita también. Un montón de cabello oscuro tras el que me escondía y un montón (aun mas grande) de ropa. Yo era una sombra tras aquel sol.
Conocía a Alicia desde muy temprano, justo en aquel verano en que mis padres se mudaron al lado de los de ella cuando ambas teníamos 6. Fuimos las mejores de las amigas por años, hasta que, por una jugarreta bizarra del destino me mude con mi mamá lejos del caos que según ella representaba mi papá.
Par de años más tarde, un instructor de tenis, una boda y un hermanito en camino (para ser bien exactos) termine devuelta en casa de mi padre. Como Miles de corazones rotos después aún sigo aquí como paño de lágrimas.
El tiempo para Alicia nunca se media en segundos u horas, eran siempre los caos o los latidos. Nada nunca estaba en el medio, todo tendía a un lugar. Aún la más pura de las amistades, resultaba irremediablemente sexualizada por aquella niña angelical. Era la personificación infantil de una "rompe corazones " ya que nunca llegaba a ser una " mujer de la vida fácil" debido a el tacto con que la manejaban algunos muchachos, su vida relativamente protegida bajo las limitaciones de un suburbio y mi intervención torpemente acertada que aún mantenían aquella reputación que pendía de un hilo.
Decían los psicólogos que la madre le hacía visitar de manera regular que aquella actitud se debía a una carencia infinita de afecto, aún vacío existencial o incluso a un "Edipo" inadecuado durante su niñez. Alicia se reía de estos caos mentales que los mayores inventaban para explicar una conducta que yo a sus espaldas definía como promiscua.

lunes, 16 de septiembre de 2013

The Dos and Don'ts {incompleta}

Me encanta la época en que vivo. Me encanta que esté llena de avances tecnológicos y científicos, que no existan barreras ni cosas imposibles. Sin embargo, pese a que adoro ser parte de una época en constante micro evolución, una parte de mí – quizás la mayor parte- está siempre nostálgica del pasado.  Me gusta pensar que soy una entusiasta del antaño, constantemente enamorada de su música, su literatura, sus modas y sus filosofías.  – No, eso no me hace una hipster or anything like that-.  Más nuestra época, si lo pensamos con cuidado, es perfecta. Vivimos en el mundo del acceso y el conocimiento, no existen límites ni fronteras para la información que podemos adquirir.

Aparte ahora somos más libres de expresarnos como queramos, ya que ante el ciberespacio YO decido como mostrarme. Quien me “sigue”, quien me da “likes”, cuales fotos “etiqueto” y si quiero informar de donde y con quien estoy. También podemos ejercer una profesión totalmente distinta a nuestra profesión “formal”, es casi como jugar a disfrazarse por un momento; así nos convertimos en críticos gastronómicos y de arte, comentarista de deportes, escritores, presentadores de programas, activistas sociales -… you name it-, y lanzar nuestra opinión cómodamente al mundo, esperando que someone –somewhere- se identifique nos de “RT” o “mention” o incluso un clic que más tarde se convertirá en un “like” o un “♥”.

Deberíamos ser felices; pero no. Pese a vivir en lo que parecería un cuento de hadas, somos mucho más miserables y nos sentimos más solos. Tremenda dicotomía, ¿no?.  Estar solos cuando tenemos todas las herramientas para estar juntos. Justo en este momento es que empieza esta historia, aquí es que empieza la búsqueda.

Mis amigas y yo, nos encontramos en los plenos – difíciles, asombrosos, terroríficos y excitantes- 20’s y a menudo hablamos de ese vacío que Satre, Unamuno, Nietzsche y Cortázar – por mencionar solo algunos- venían mencionando. No sabemos que lo causa, ni cuando se activa y –por desgracia- tampoco sabemos si algún día desaparecerá.

Siguiendo –o no- los métodos más ortodoxos, cada una ha pasado por su propio proceso de llenado,  muchos zapatos, fiestas, borracheras, amigos, ropas, estudios, relaciones y reconocimientos después; el vacío seguía presente. Así que recurrimos a – lo que según toda película es- la cura de ese mal: El amor  y lo que representaría su búsqueda. 

De pequeñas nos enseñan que el amor  es esta fuerza mágica que mueve al mundo, que es capaz de eliminar barreras, vencer prejuicios, sobrevivir en el tiempo, salvar vidas e incluso vencer el miedo y la muerte. Así que si esta fuerza “mágica” funciono para todos ellos porque no funcionaría para nosotras. No obstante, tras varios encontronazos estábamos seguras de que algo faltaba.

Así fue como un día tras mucho analizar y pensar, - y con la ayuda de varias copas-llegamos a la conclusión de que no buscamos el amor – ni él nos busca a nosotras- buscamos intimidad. La intimidad, - pese a ser uno de los componentes del amor- era justo la respuesta que buscábamos,  ya que esta se centraba en una conexión  entre dos personas que comparten sus vidas y secretos , no solo de forma física  sino de esta otra forma a la cual le temíamos tanto: La EmocionalSi, al final la intimidad se basaba en eso. Puras y complicadas emociones. 

Ya deben imaginar mi sorpresa al enterarme que para llenar ese "vacío" debía  probablemente, pasar a buscar el corazón roto que deje en el taller durante mis años de bachiller  y aproximarme a alguien dispuesta a que me lo rompan otra vez. Que esta vez las cosas deberían evolucionar con calma, para formar un vinculo fuerte. Que tenia que HABLAR de mis sueños y esperanzas, contarle como veo la vida, y quizás  incluso deba de admitir aquella historia vergonzosa que solo saben mis amigas.No pude evitar preguntarme ¿Es este el precio real del amor o esta es solo la versión posmoderna, la versión light?  ha estas alturas claro que sabia que podía elegir conformarme con menos, podía perfectamente seguir formando parte de relaciones superficiales en las cuales las emociones se quedan lejos, o quizás - solo quizás ,  debía ponerme la ropita de niña grande, llenarme los pulmones de aire y admitir que me muero del mal de mi época: La soledad. 

Mi búsqueda aun no ha terminado  - aveces creo que no estoy lista para que empiece- así que dejare esta historia abierta como una pagina en blanco para poder contar como me fue y asegurarme de escribir los atajos que tome... ya saben por si la pierdo otra vez.

Love.


sábado, 10 de agosto de 2013

What ever

-Esto se llama soledad, Alicia- dijo el Sombrerero
-Es horrible- dijo ella anonadada ante aquel monstruo azul y gris
-No, no lo es. Después de un tiempo de acariciarle la espalda, verás como se convierte en una respetable dama... O en tu caso caballero- el Sombrerero miro al monstruo con una mirada diferente, una que Alicia no conocía. Tenía que ser amor pensó.

domingo, 19 de mayo de 2013

The Groupie: A Love Story

Cancion Sugerida:  Let Her Go - Passenger


Seguro me recuerdas de algún lugar, probablemente a estas alturas solo sea una cara más en una fiesta repleta. Una de las tantas en la lista incontable de conquistas del afamado Rockstar. Seguro te excusaras, dirás que llevo el pelo diferente o que ya no me visto igual, que el maquillaje ahora si te deja ver mi rostro con pecas y bronceado por el sol.  De repente me miras fijo, como quien busca la aprobación de los recuerdos, una orden de mando para hacer la acción. El toque preocupado de la niña que ahora traes del brazo te trae devuelta.

Para llegar a donde estoy caminas por el medio de las sillas, pides permiso un par de veces e intentas devolverte otras dos. Cuando finalmente llegas a mi mesa te apresuras a decir como ha pasado el tiempo, yo sonrió en silencio como gesto de aprobación mientras tu sueltas un suspiro pesado (¿Te estará pasando cuenta la conciencia?) haciendo que la atmosfera se torne pesada e incómoda. No sucumbo al pánico porque se lo que vendrá, este acto me lo conozco bastante bien

- "¿Me podrías traer una copa, por favor?”- Dirías, esperando escuchar de parte de la chiquilla que colgaba de tu brazo un " Por supuesto". Ya conmigo, juntos y a solas, te disculparías; dirías que eras joven y que no entendías eso del amor, que eras un malcriado y que para ese entonces te creerías un dios. Yo esperaría a que terminaras con tus escusas baratas para así poder decirte aquello que tenía mi vida en hold desde hacía un tiempo.

A lo lejos, justo por la puerta que estaba al lado de la barra veo como se acerca hacia nosotros un hombre alto y esbelto, con el pelo alborotado y unos ojos verde oscuros ocultos tras unos lentes de marco gris. Al llegar a mi lado no podría evitar sonreír mientras su mano me toma por la cintura, me controlaría pero eso no evitaría que las palabras salieran a tropezones...

-" ¿Recuerdas a....?"-  Me interrumpirías para saludar, yo sabía que el nombre no sería necesario, a este chico lo conocías bien. Él era tu cuate, tu mejor amigo, el bestie, tu bff... todo lo que durante un tiempo querías ser. Luego me mirarías y todo cobraría sentido. Recordarías por arte de magia mi nombre, los besos tras bambalinas luego de tu primer gran concierto, como practicabas los autógrafos en mi cuerpo y más que nada recordarías mi canción, aquella que solo me tocabas a mí, la que juraste nunca hacer pública... la misma que luego se volvió un hit.

Te quedarías parado sin entender nada, hasta que el chico que está a mi lado me apriete un poco más contra él y  diga: " Gracias bro', por permitirme conocer al amor de mi vida". Tú sonreirías triste y confundido, mientras mi mente repetía: " Has perdido a tu groupie, amor. La has perdido."

viernes, 22 de marzo de 2013

(Guilty pleasure) Existencia Express

Digamos que no quiero,  que no debo, que no funciona, o peor aun, que no creo en lo que hago. Digamos que me toca dar un salto a ciegas, y que abajo, solo me esperaran unas manos. Manos que aun no conozco bien. Manos que aun no me conocen bien. ¿Qué me llevaría entonces a saltar, a lanzarme hacia el vacío sin ningún animo de hacerme daño?... la respuesta esta en esas pequeñas cosas que hacemos, esos gustos adquiridos... a veces en esos permisos que nos concede ese Superyó rígido cuando le explicamos que la vida es un ratito, que solo queremos divertirnos un poco.



  • "No te tomes la vida tan en serio, a fin de cuentas, no saldrás vivo de ella."
  • "Para una mente bien preparada la muerte es solo la siguiente gran aventura."


( ¿Te recuerdo que mi nombre no es Dolores sino Lola? )


Cheers.

lunes, 11 de marzo de 2013

Caminos.


Camino entre recuerdos y utopías
Soñando despierta con los posibles finales de este día
Mientras entre mis manos se escurren casi sin que lo note
Tus palabras, tus miedos, mis cartas.


¿A que jugamos?
Por que el venir, buscar…
A veces incluso en sueños codiciar
Nos hace tanto mal


Yo lo se, el también.
Mas sin embargo nos turnamos
Para herirnos, para odiarnos
Aunque sepamos que  dolerá tanto.

miércoles, 2 de enero de 2013

EL MUNDO


Se acabo el año, las celebraciones y las fiestas… se ha ido incluso la resaca de fin de año. Los amigos que vinieron desde lejos ya regresan a sus propias rutinas, ya le decimos adiós a los fuegos artificiales y a la sidra barata. Ya vemos como poco a poco desaparece la inocencia y esperanza que caracterizan a la navidad. Nos vemos obligados a  volvemos a los trabajos y las clases; a ser nosotros contra ellos, yo versus el mundo.

Con la brillantina aun en las uñas y una que otra cicatriz de batalla contra los tacones y la gravedad, empieza el año. Yo no quiero pensar, no quiero darme cuenta que las vacaciones terminaron, que debo averiguar mis notas y comenzar la planificación. Simplemente NO QUIERO VOLVER.

Mis amigos me han dicho que agrupe esta resaca mental/ gripe dominguera  debajo de la casilla de: Crisis Pre-Adultez  (¿Por qué será que el tiempo no se toma vacaciones y nos deja descansar?, después de todo yo no quiero crecer, no quiero ser adulta. Pero frenar el proceso es imposible, ya siento el estirón, el cansancio en la zona lumbar, la ausencia de creatividad y la presencia nefasta de las arrugas (¡Si, las arrugas!). De mas esta mencionar el comentario obligatorio de toda persona adulta “Te tienes que buscar un novio que ya estás en edad de casarte” acompañado por supuesto de un cómico “Tic-Toc”. Siento la adultez colarse por mis venas,  lenta pero segura) sin embargo, pero no creo que sea solo eso, creo que el problema es que la vida pasa de largo. Me he pasado tanto tiempo ensimismada dentro de las paredes de mi mente, que ahora justo cuando decido salir, las “experiencias” se agrupan en pilares con los cuales tropiezo. Ya el punto no es aprender, es cumplir con el ritmo que me impone la sociedad.

Yo versus el mundo es comenzar a cantar en voz baja,  juntarse a comer galletas y queso, ir a “eventos” y cumplir con nuestro estricto horario. Pero supongo que también es dejarse ir.

“It's time to begin, isn't it?
I get a little bit bigger, but then I'll admit
I'm just the same as I was
Now don't you understand…”