lunes, 2 de agosto de 2010

Knocking on heaven doors

Ante las grandes puertas de oro y plata se encuentra San Pedro, protegiendo la sucursal celestial de aquellos condenados al fuego eterno. Camino hacia el después de haber hablado con la resplandeciente recepcionista, me cuelgo el pase en el cuello y lo saludo con una sonrisa.

“Hola, vengo de visita”- le digo lo mas normal posible [ después de todo me encontraba ante el mismo Pedro en persona, en el cielo y solo de visita] me señala unos carteles ubicados a la derecha sin mirarme en lo mas mínimo. En las placas de piedra se encontraban impresos una serie de símbolos que nunca  había visto antes… así que como humana, pecadora, ser caído o lo que sea le digo que no entiendo los símbolos. San Pedro [sin mirarme] responde  “acércate, es la lengua universal” .

Hago lo que dice pese a que estoy casi segura de que no podre leer lo que sea que sean esas cosas color naranja, pero para mi sorpresa si puedo hacerlo. - La lengua universal – repito para mis adentros mientras juro [sin jurar, claro por que estamos en el cielo] que nunca mas voy a coger lucha con el francés.


Las Reglas eran algo como esto


- Prohibido el uso de cámaras o cualquier dispositivo digital       
 - Lleve su carnet de visitante siempre visible
-Prohibida la entrada de  cualquier metal                
 - No corra en los pasillos



Mientras leía un solo pensamiento pasaba por mi cabeza  -Esto parece una mezcla de museo y parque de atracciones -  justo en ese momento leo la ultima regla


-Ah si Cuide sus pensamientos… después de todo esta en el Cielo


-Que Clase de mórbido chiste celestial fue ese ??…… Ups!  perdón-


Después de quitarme 2 kilos de llaves, reloj y otros accesorios inútiles, dejar la cámara y “cualquier otro artefacto que pueda reproducir las imágenes que presenciare” –Tremendo copyright, no creen?- vuelvo ante San Pedro con una sola palabra bailándome en los labios: “vamos”


Pero este no se mueve en lo mas mínimo… –eh eh… *tos falsa*  San Pedro no es ahora que empieza el “tour”?-  este señala el letrero sobre la gran puerta.


*Visitantes por favor tocar*
Toco y espero…

Siento como el reloj que deje en uno de los casilleros para visitantes marca el tiempo, así transcurren varios minutos y algunas horas hasta que decido acercarme a San Pedro una vez mas


-Disculpe mi intromisión en sus pensamientos y mi seguramente notoria ignorancia… pero me abrirán en algún momento?-

-Quizás – responde sin mirarme [ por 3ra vez] – Creías que por llenar unos requisitos y un par de formularios ibas a tener las puertas del cielo abiertas?…La verdad que la humanidad ha perdido no solo los valores sino también la inteligencia-

Con la desilusión todavía fresca en mi piel me senté al borde de la puerta  mientras mi mano tocaba ya sin fuerzas una y otra vez.

Me abrirán tarde o temprano… no?

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