viernes, 7 de marzo de 2014

Cuenta regresiva.

Alicia se colocó junto en el borde del abismo, asomando apenas las puntitas de los pies. Tras ella, miles de voces llenaban el silencio y la invitaban a saltar, a no tener miedo y a creer que después de todo, abajo a donde no alcanzaba a ver, habrían unas manos que la atraparían. 

La cuenta regresiva empezó, 5-4-3-2-1

Alicia se aproximó al borde, poco a poco, y cuando estaba lista para saltar una voz desde atrás, en murmullo le dijo: " Así no ensordeceras las voces que arropan tu mente de desilucion, ni esas voces que te dicen que no vale la pena seguir tratando."

"Pero, ¿No es de esto que se trata la vida...de seguir intentando, de arreglarlo todo?" Dijo Alicia en plena desesperación.

"Tienes razón. Más sin embargo, niña, ya mucha sangre a cursado la yema de tus dedos al intentar pegar aquellos pedazos de vidrio y cristal. ¿Qué es lo que esperas lograr?" Dijo la voz saliendo de las sombras 

"Abajo, sus manos..." Dijo Alicia señalando al abismo 

"Abajo sus manos no estarán. Porque la persona que esperas está aquí arriba invitandote a saltar, a que creescas y aprendas que nadie nunca lo hará. Ese cuerpo que esperas hace tiempo que se marcho. El y sus manos no quieren tener nada que ver con vos." La voz seguía dando pasos lentos.

"¿Cómo te atreves a mentir así?" Lágrimas ligueras surcaban ya los ojos rojos de aquella niña

"No te miento Alicia, mira el cuerpo aquí. Mira aquí las manos que tanto juraron que no podían vivir sin ti. Mira allá los sueños que juntos quisimos vivir, míralos como solitos prefieren dejar de existir. Mira como desgastado mi cuerpo ya no puede más, tu le has hecho tanto daño que a duras penas podrá más tarde respirar"  Ante ella estaba la única persona a la que había querido, la persona que esperaba que la atrapara. Poco a poco la multitud empezó a gritar e incitar a Alicia para que saltara, junto a ellos aquella persona que amaba también gritaba.




miércoles, 5 de febrero de 2014

Cuento a un lunático.


Había una vez un niño de la luna, de piel gris y mirada altiva, que jugando entre la órbita lunar y la atmósfera terrestre, se cayó a la tierra. El golpe fue tan fuerte que olvido todo. Olvido la luna y como era su arena, olvido cuáles nombres les había puesto a las estrellas, el color real del sol, e incluso, muy a su pesar, olvido que allá afuera, a unos cuantos kilómetros había un lugar al cual pertenecía.

Su infancia transcurrió normal, era -o parecía- un terrestre más. Ya que, según leyendas, la atmósfera terrestre quitaba todo poder o magia de cualquier ser. Así que si, es muy posible que entre usted se encuentren ángeles, marcianos y demás seres míticos, sin que siquiera ellos lo noten. Pero,(volviendo al tema real), el niño de la luna parecía ser la excepción. Tras años de malabares inconclusos y circos a su alrededor, seguía sintiéndose como un forastero en este lugar.

Han de entender que la luna es un lugar calmo y hermoso. Donde toda belleza se encuentra al alcance de una débil mano y  el mal es incapaz de trascender. Pero aquí en la tierra el territorio es hostil y un corazón como el del no lo pudo resistir...

Lo poco de héroe se diluyó, se le acabaron las esperanzas, el rumbo la fe. Corrió por miles de lugares, luchado contra dragones en la búsqueda de algo. Busco y busco, pero nunca encontró nada. Así que, después de un tiempo y muchos tropezones, le llegó una carta. Una segunda oportunidad.

Aquí no le resultó más sencillo. Al contrario. Fueron capas y capas de corteza dura y de miedos que debieron ser removidos para llegar a la esencia, al centro real. Al final, ahí estaba... el niño de la luna en todo su esplendor. No era más que un niño, si, un niño asustado que ya no sabía donde ir.

Pero la carta era la solución. Instruciones, propósitos y un plan. Todo saldría bien al final. Así que los demás lunáticos, a sabiendas de que el niño tenía que quedarse en la tierra, lo llenaron de talentos para que así, a través de ellos nunca más se sintiera sólo y mantuviera la certeza de que allá, a un par de kilómetros, existía un lugar sólo para él.

Safe place

Yo no soy como tu lunático,
Yo no puedo escribir,
No se plasmar cosas bonitas 
Y casi nunca se que decir.

No se rimar las cosas,
Ni hacer que suenen mejor;
Pero de amor se un poquito
Déjame que te enseñe, no?

Yo quiero ser alguien en tu vida,
Alguien que no te vaya a dañar ,
Un lugarcito en calma
La casita donde siempre quieras entrar.

Propongo ser una de esas
Historias, que no tienen final
Que se viven hasta los tuétano 
Que nunca se pueden soltar.

Propongo que me quieras siempre
Como ese martes al anochecer 
En el que rompiste las reglas 
Y me dejaste ver
Esa naturaleza traviesa,
Esa sonrisa tan dulce.

-¿a qué saben los besos de luna?-

No le digas al lunático, 
No le digas, por favor,
Que con un solo beso 
El contrato se selló.

Que ya no ha vuelta atrás,
Que no puedo correr,
Que he quedado hechizada 
-¿creen que lo podrá el ver?-

No le digan que lo extraño
Aún cuando esta aquí 
Por qué tenemos los días contados 
Dime, ¿quién puede existir así?


No le digas, no le cuentes 
Que creo que al fin lo encontré
Que ya no tengo que buscar más 
I’ve found my safe place.


miércoles, 29 de enero de 2014

La Hija de la Sombra

Me han contado que te han visto 
De calle en calle vagar
Con la luna en las pupilas 
Y un torpe caminar.

-como sí todo el licor del mundo te pudiese curar, el corazón en pedacitos que llevas en ti-

Muchos dicen que es mi culpa 
Que te he dejado así
Como sí mis besos pudieran,
Pudieran, ¡oh! herir.

Muchos dicen que con mis manos
Hice surcos en tus brazos,
¡Óyelos, pues!
Como sí mis caricias pudieran 
-en sus propias fuerzas-
Marcar a una persona así.

“La culpa no puede ser mía”
Les he dicho ya a todos
Pues el cariño JAMÁS ha de herir a un caballero.

Más ante mi asombro,
La multitud calló,
Y el que ha respondido entonces,
Ha sido vos.

“No hiere el cariño cuando se da de veras.
Cuando es sólo cariño lo que se pide doncella;
Más mata el cariño -y mata sin pena-
Cuando amas a quien no te ama, princesa”

“Pero esto nunca fue amor”
Dije en desesperación 
-¿Cómo en aquel cuerpo cabía tal dolor?-

“No, princesa nunca fue amor.
Tu nunca me amaste, eso bien lo se yo”

“Pues por qué venís y hablas de amar
Si sabes bien que nunca fue así
Que nunca lo pudimos sentir”
Dije sin saber que la respuesta me congelaría el ser.

“Que egoísta eres” dijiste al sonreír 
“Nunca pensaste que te ame, que te amo aún aquí”.
Y sólo aquí comprendí 
Que en mi ignorancia te mate, te herí.

Porque yo nunca te quise, ni te vi así 
Porque aún hoy no te quiero para mi.



Tick Tack

Vivo en una cajita de cristal
-No puedes entrar-
Una casita de paredes opacas de tanto tocar;
Tu no quieres acercarte 
-¿Crees que me vas a dañar?-
Yo que no quiero alejarme 
Pero no lo puedo evitar.

Aquí en mis maletas 
Llevo todo lo que tengo de vos
Los acordes, las canciones;
Los cuentos, los amores.
Las llevo empacadas con cuidado,
Entre las noches sin dormir
Entre el humo y los cigarros, 
Las tonterías y los espasmos.

Vivo aquí en mi cajita de paredes curvas 
Y transparentes 
En las que no entra el sol 
En la que nunca cabras vos.



martes, 31 de diciembre de 2013

Alicia y el fin del mundo (incompleto)

Alice despertó con el sueño aún rondándole las pupilas. Estaba cansada,pese a que había dormido toda la noche. Se sentó en la cama y, aún con los ojos cerrados, busco las pantuflas con solo las puntas de los pies. Alice era una de esas personas especiales que pueden sentir cuando el día no marchara bien y hoy era uno de esos días.

 Faltaban pocos días para el fin del mundo, aunque ella no los contaba, procuraba tenerlo pendiente. Era esa atmósfera mística que le ofrecía una excusa para todo; besar a un chico en el bar, comer una barra de chocolate, o incluso, comprar esos zapatos que usaria solo una vez probablemente para vérselos en los pies. Para Alice el fin del mundo no era más que eso, una excusa funcional y muy lógica.

Bajo esa atmósfera y una pequeña llovizna, salió el sol. Se levantó y anduvo por la casa con ganas de un café o quizás un chocolate, o tal vez jugo (la alacena siempre era impredecible a finales del mes). Su compañera de habitación no había llegado a dormir, lo cual era común después de que se consiguió un nuevo novio. Esta vez era un estudiante de término de bioquímica. Algo muy extraño para alguien que estaba haciendo su licenciatura sobre «estudios modernos del arte». Pero así son las cosas de la vida.

Tenia clases en menos de media hora, así que en vez de caminar hacia el café, camino hasta el baño. Tomo una ducha cálida y luego se vistió. En el camino iba pensando sobre las inminentes vacaciones, el hecho de volver a casa... «por alguna razón viene el fin del mundo» dijo casi en voz alta, a sabiendas de que ella no estaba preparada.




viernes, 6 de diciembre de 2013

Alice and Madland

Alicia siempre andaba abriéndole la puerta a todo el que tocará. Era como sí la muy nueva constancia de su soledad la hubiese impactado repentinamente , y ella desesperada, intentaba alejarse del sentimiento, formando vínculos con el primero que aceptará.Esta era la razón por la cual era dueña de esta pseudo fijación del tener.
Ella quería ser dueña del mundo, el suyo, el tuyo y cualquiera que existiera de por medio era esta necesidad de tener y de sentirse importante la que la movía en distintas direcciones pero tras un mismo fin: ser irremplazable y necesitada.
Por sobrétodo Alicia quería ser feliz, y para ella este concepto venía ligado íntimamente con el verbo amar. El mismo verbo que ella (citando a Cortázar) iba "dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses" y de igual manera sobre todo aquel homínido masculino que se presentase.
Siempre tras cada ruptura imaginaria se decía lo mismo. "Yo debería" y tras esta demanda del ser, amontonaba pequeñeces y banalidades entrelazadas con aquellas resoluciones de año nuevo que siempre dejaba sin cumplir. "El mundo era muy grande para una idealista" era su frase, y justo con eso te abría los discursos donde lloraría (ya que esa era su forma de ahogar las penas) y te diría que se sentía pequeñita ante todo lo que pasaba.
Yo era pequeñita también. Un montón de cabello oscuro tras el que me escondía y un montón (aun mas grande) de ropa. Yo era una sombra tras aquel sol.
Conocía a Alicia desde muy temprano, justo en aquel verano en que mis padres se mudaron al lado de los de ella cuando ambas teníamos 6. Fuimos las mejores de las amigas por años, hasta que, por una jugarreta bizarra del destino me mude con mi mamá lejos del caos que según ella representaba mi papá.
Par de años más tarde, un instructor de tenis, una boda y un hermanito en camino (para ser bien exactos) termine devuelta en casa de mi padre. Como Miles de corazones rotos después aún sigo aquí como paño de lágrimas.
El tiempo para Alicia nunca se media en segundos u horas, eran siempre los caos o los latidos. Nada nunca estaba en el medio, todo tendía a un lugar. Aún la más pura de las amistades, resultaba irremediablemente sexualizada por aquella niña angelical. Era la personificación infantil de una "rompe corazones " ya que nunca llegaba a ser una " mujer de la vida fácil" debido a el tacto con que la manejaban algunos muchachos, su vida relativamente protegida bajo las limitaciones de un suburbio y mi intervención torpemente acertada que aún mantenían aquella reputación que pendía de un hilo.
Decían los psicólogos que la madre le hacía visitar de manera regular que aquella actitud se debía a una carencia infinita de afecto, aún vacío existencial o incluso a un "Edipo" inadecuado durante su niñez. Alicia se reía de estos caos mentales que los mayores inventaban para explicar una conducta que yo a sus espaldas definía como promiscua.

lunes, 16 de septiembre de 2013

The Dos and Don'ts {incompleta}

Me encanta la época en que vivo. Me encanta que esté llena de avances tecnológicos y científicos, que no existan barreras ni cosas imposibles. Sin embargo, pese a que adoro ser parte de una época en constante micro evolución, una parte de mí – quizás la mayor parte- está siempre nostálgica del pasado.  Me gusta pensar que soy una entusiasta del antaño, constantemente enamorada de su música, su literatura, sus modas y sus filosofías.  – No, eso no me hace una hipster or anything like that-.  Más nuestra época, si lo pensamos con cuidado, es perfecta. Vivimos en el mundo del acceso y el conocimiento, no existen límites ni fronteras para la información que podemos adquirir.

Aparte ahora somos más libres de expresarnos como queramos, ya que ante el ciberespacio YO decido como mostrarme. Quien me “sigue”, quien me da “likes”, cuales fotos “etiqueto” y si quiero informar de donde y con quien estoy. También podemos ejercer una profesión totalmente distinta a nuestra profesión “formal”, es casi como jugar a disfrazarse por un momento; así nos convertimos en críticos gastronómicos y de arte, comentarista de deportes, escritores, presentadores de programas, activistas sociales -… you name it-, y lanzar nuestra opinión cómodamente al mundo, esperando que someone –somewhere- se identifique nos de “RT” o “mention” o incluso un clic que más tarde se convertirá en un “like” o un “♥”.

Deberíamos ser felices; pero no. Pese a vivir en lo que parecería un cuento de hadas, somos mucho más miserables y nos sentimos más solos. Tremenda dicotomía, ¿no?.  Estar solos cuando tenemos todas las herramientas para estar juntos. Justo en este momento es que empieza esta historia, aquí es que empieza la búsqueda.

Mis amigas y yo, nos encontramos en los plenos – difíciles, asombrosos, terroríficos y excitantes- 20’s y a menudo hablamos de ese vacío que Satre, Unamuno, Nietzsche y Cortázar – por mencionar solo algunos- venían mencionando. No sabemos que lo causa, ni cuando se activa y –por desgracia- tampoco sabemos si algún día desaparecerá.

Siguiendo –o no- los métodos más ortodoxos, cada una ha pasado por su propio proceso de llenado,  muchos zapatos, fiestas, borracheras, amigos, ropas, estudios, relaciones y reconocimientos después; el vacío seguía presente. Así que recurrimos a – lo que según toda película es- la cura de ese mal: El amor  y lo que representaría su búsqueda. 

De pequeñas nos enseñan que el amor  es esta fuerza mágica que mueve al mundo, que es capaz de eliminar barreras, vencer prejuicios, sobrevivir en el tiempo, salvar vidas e incluso vencer el miedo y la muerte. Así que si esta fuerza “mágica” funciono para todos ellos porque no funcionaría para nosotras. No obstante, tras varios encontronazos estábamos seguras de que algo faltaba.

Así fue como un día tras mucho analizar y pensar, - y con la ayuda de varias copas-llegamos a la conclusión de que no buscamos el amor – ni él nos busca a nosotras- buscamos intimidad. La intimidad, - pese a ser uno de los componentes del amor- era justo la respuesta que buscábamos,  ya que esta se centraba en una conexión  entre dos personas que comparten sus vidas y secretos , no solo de forma física  sino de esta otra forma a la cual le temíamos tanto: La EmocionalSi, al final la intimidad se basaba en eso. Puras y complicadas emociones. 

Ya deben imaginar mi sorpresa al enterarme que para llenar ese "vacío" debía  probablemente, pasar a buscar el corazón roto que deje en el taller durante mis años de bachiller  y aproximarme a alguien dispuesta a que me lo rompan otra vez. Que esta vez las cosas deberían evolucionar con calma, para formar un vinculo fuerte. Que tenia que HABLAR de mis sueños y esperanzas, contarle como veo la vida, y quizás  incluso deba de admitir aquella historia vergonzosa que solo saben mis amigas.No pude evitar preguntarme ¿Es este el precio real del amor o esta es solo la versión posmoderna, la versión light?  ha estas alturas claro que sabia que podía elegir conformarme con menos, podía perfectamente seguir formando parte de relaciones superficiales en las cuales las emociones se quedan lejos, o quizás - solo quizás ,  debía ponerme la ropita de niña grande, llenarme los pulmones de aire y admitir que me muero del mal de mi época: La soledad. 

Mi búsqueda aun no ha terminado  - aveces creo que no estoy lista para que empiece- así que dejare esta historia abierta como una pagina en blanco para poder contar como me fue y asegurarme de escribir los atajos que tome... ya saben por si la pierdo otra vez.

Love.


sábado, 10 de agosto de 2013

What ever

-Esto se llama soledad, Alicia- dijo el Sombrerero
-Es horrible- dijo ella anonadada ante aquel monstruo azul y gris
-No, no lo es. Después de un tiempo de acariciarle la espalda, verás como se convierte en una respetable dama... O en tu caso caballero- el Sombrerero miro al monstruo con una mirada diferente, una que Alicia no conocía. Tenía que ser amor pensó.

domingo, 19 de mayo de 2013

The Groupie: A Love Story

Cancion Sugerida:  Let Her Go - Passenger


Seguro me recuerdas de algún lugar, probablemente a estas alturas solo sea una cara más en una fiesta repleta. Una de las tantas en la lista incontable de conquistas del afamado Rockstar. Seguro te excusaras, dirás que llevo el pelo diferente o que ya no me visto igual, que el maquillaje ahora si te deja ver mi rostro con pecas y bronceado por el sol.  De repente me miras fijo, como quien busca la aprobación de los recuerdos, una orden de mando para hacer la acción. El toque preocupado de la niña que ahora traes del brazo te trae devuelta.

Para llegar a donde estoy caminas por el medio de las sillas, pides permiso un par de veces e intentas devolverte otras dos. Cuando finalmente llegas a mi mesa te apresuras a decir como ha pasado el tiempo, yo sonrió en silencio como gesto de aprobación mientras tu sueltas un suspiro pesado (¿Te estará pasando cuenta la conciencia?) haciendo que la atmosfera se torne pesada e incómoda. No sucumbo al pánico porque se lo que vendrá, este acto me lo conozco bastante bien

- "¿Me podrías traer una copa, por favor?”- Dirías, esperando escuchar de parte de la chiquilla que colgaba de tu brazo un " Por supuesto". Ya conmigo, juntos y a solas, te disculparías; dirías que eras joven y que no entendías eso del amor, que eras un malcriado y que para ese entonces te creerías un dios. Yo esperaría a que terminaras con tus escusas baratas para así poder decirte aquello que tenía mi vida en hold desde hacía un tiempo.

A lo lejos, justo por la puerta que estaba al lado de la barra veo como se acerca hacia nosotros un hombre alto y esbelto, con el pelo alborotado y unos ojos verde oscuros ocultos tras unos lentes de marco gris. Al llegar a mi lado no podría evitar sonreír mientras su mano me toma por la cintura, me controlaría pero eso no evitaría que las palabras salieran a tropezones...

-" ¿Recuerdas a....?"-  Me interrumpirías para saludar, yo sabía que el nombre no sería necesario, a este chico lo conocías bien. Él era tu cuate, tu mejor amigo, el bestie, tu bff... todo lo que durante un tiempo querías ser. Luego me mirarías y todo cobraría sentido. Recordarías por arte de magia mi nombre, los besos tras bambalinas luego de tu primer gran concierto, como practicabas los autógrafos en mi cuerpo y más que nada recordarías mi canción, aquella que solo me tocabas a mí, la que juraste nunca hacer pública... la misma que luego se volvió un hit.

Te quedarías parado sin entender nada, hasta que el chico que está a mi lado me apriete un poco más contra él y  diga: " Gracias bro', por permitirme conocer al amor de mi vida". Tú sonreirías triste y confundido, mientras mi mente repetía: " Has perdido a tu groupie, amor. La has perdido."

viernes, 22 de marzo de 2013

(Guilty pleasure) Existencia Express

Digamos que no quiero,  que no debo, que no funciona, o peor aun, que no creo en lo que hago. Digamos que me toca dar un salto a ciegas, y que abajo, solo me esperaran unas manos. Manos que aun no conozco bien. Manos que aun no me conocen bien. ¿Qué me llevaría entonces a saltar, a lanzarme hacia el vacío sin ningún animo de hacerme daño?... la respuesta esta en esas pequeñas cosas que hacemos, esos gustos adquiridos... a veces en esos permisos que nos concede ese Superyó rígido cuando le explicamos que la vida es un ratito, que solo queremos divertirnos un poco.



  • "No te tomes la vida tan en serio, a fin de cuentas, no saldrás vivo de ella."
  • "Para una mente bien preparada la muerte es solo la siguiente gran aventura."


( ¿Te recuerdo que mi nombre no es Dolores sino Lola? )


Cheers.

lunes, 11 de marzo de 2013

Caminos.


Camino entre recuerdos y utopías
Soñando despierta con los posibles finales de este día
Mientras entre mis manos se escurren casi sin que lo note
Tus palabras, tus miedos, mis cartas.


¿A que jugamos?
Por que el venir, buscar…
A veces incluso en sueños codiciar
Nos hace tanto mal


Yo lo se, el también.
Mas sin embargo nos turnamos
Para herirnos, para odiarnos
Aunque sepamos que  dolerá tanto.

miércoles, 2 de enero de 2013

EL MUNDO


Se acabo el año, las celebraciones y las fiestas… se ha ido incluso la resaca de fin de año. Los amigos que vinieron desde lejos ya regresan a sus propias rutinas, ya le decimos adiós a los fuegos artificiales y a la sidra barata. Ya vemos como poco a poco desaparece la inocencia y esperanza que caracterizan a la navidad. Nos vemos obligados a  volvemos a los trabajos y las clases; a ser nosotros contra ellos, yo versus el mundo.

Con la brillantina aun en las uñas y una que otra cicatriz de batalla contra los tacones y la gravedad, empieza el año. Yo no quiero pensar, no quiero darme cuenta que las vacaciones terminaron, que debo averiguar mis notas y comenzar la planificación. Simplemente NO QUIERO VOLVER.

Mis amigos me han dicho que agrupe esta resaca mental/ gripe dominguera  debajo de la casilla de: Crisis Pre-Adultez  (¿Por qué será que el tiempo no se toma vacaciones y nos deja descansar?, después de todo yo no quiero crecer, no quiero ser adulta. Pero frenar el proceso es imposible, ya siento el estirón, el cansancio en la zona lumbar, la ausencia de creatividad y la presencia nefasta de las arrugas (¡Si, las arrugas!). De mas esta mencionar el comentario obligatorio de toda persona adulta “Te tienes que buscar un novio que ya estás en edad de casarte” acompañado por supuesto de un cómico “Tic-Toc”. Siento la adultez colarse por mis venas,  lenta pero segura) sin embargo, pero no creo que sea solo eso, creo que el problema es que la vida pasa de largo. Me he pasado tanto tiempo ensimismada dentro de las paredes de mi mente, que ahora justo cuando decido salir, las “experiencias” se agrupan en pilares con los cuales tropiezo. Ya el punto no es aprender, es cumplir con el ritmo que me impone la sociedad.

Yo versus el mundo es comenzar a cantar en voz baja,  juntarse a comer galletas y queso, ir a “eventos” y cumplir con nuestro estricto horario. Pero supongo que también es dejarse ir.

“It's time to begin, isn't it?
I get a little bit bigger, but then I'll admit
I'm just the same as I was
Now don't you understand…”

domingo, 2 de diciembre de 2012

Una canción para volver a casa.


Quiero escribir una carta, pero de alguna manera olvide la morfología utilizada para hacerlo. Olvide el lugar donde se coloca el destinatario cuando este es inexistente, cuando simplemente quieres decir las cosas y esperas que alguien en algún lugar las lea y sepa de qué hablas. De alguna manera u otra, comencé a escribir para ti. Escribo porque en noches como estas, en las cuales Morfeo no me visita, es lo único que guarda sentido. Es lo único que siempre tiene sentido a parte de ti.

Nunca realmente he sabido explicarme al hablar. Suelo divagar, distraerme o simplemente correr en dirección contraria al tópico. Sin embargo, este siempre ha sido el único lugar en el cual he podido ser honesta. Tu persona y el escribir se parecen mucho por lugar que ocupan en mi vida. Son sin duda alguna las únicas que me conocen bien y a las cuales recurro cuando nada parece tener sentido, son lo que más desee hacer de forma adecuada pero nada nunca salió bien.

 El volver a escribir hace un tiempo atrás se sintió como volver a casa, retomar los viejos hábitos y simplemente parar la película en un momento eterno simplemente para decir junto a los protagonistas “You see us as you want to see us... In thesimplest terms, in the most convenient definitions” … fue volver a la esencia de quien solía ser. Sin embargo, mucho de quien era se perdió tras ese fin de semana tan confuso y largo. Nos tomo mucho reparar esas piezas que quedaron fuera del rompecabezas y más aun reemplazar las que quedaron irrecuperables tras tantas tormentas. Se perdió mucho de quien fui, porque en su mayoría estaba definida por quien era para ti.

Supongo que a ti te paso igual, solo que corriste con la suerte de tener un plan de contención que funciono sorprendentemente bien. Pero yo nunca tuve a donde escapar. Solo me quedaba esperar y lidiar poquito a poco con lo que podía y como podía. Yo lo guarde todo en el cajón y apreté el botón de  (fast foward) y comencé a vivir muy rápido. Luego, todo simplemente se detuvo y realmente no ha ido a ningún lugar since then.

Me han pasado cosas muy buenas, realmente muchas cosas buenas. Pero también he estado muy sola. Toma mucho tiempo dejar que alguien realmente te conozca y a decir verdad creo que toma aun más tiempo cuando ambas personas están creciendo… ¿Quiénes seriamos si no nos hubiéramos topado en medio de aquel gran caos?

Supongo que cambiamos mucho y entendimos muchas cosas. Supongo que lo que escribí quizás no tiene ningún tipo de sentido. Supongo que no quiero que lo tenga. Simplemente quería escribir sin pensar, simplemente decirte que representas esa sensación de cuando vas conduciendo con los vidrios abajo y está sonando aquella canción y simplemente te sientes infinito; como si el tiempo jamás pasara y fueras eterno, justo ahí en ese momento todo cobra sentido y sabes que no eres más que eso; mas que aquel sentimiento cálido de oír una canción cuando vuelves a casa.  Una canción como “Déjame Vivir”- Jarabe dePalo o “How soon is now?”- The Smiths  o “Something”-The Beatles  o quizás todas juntas.






lunes, 8 de octubre de 2012

El día que no me afeité las piernas



El día que no me afeité fue un sábado cualquiera, lleno de una emoción vibrante que realmente no me llenaba. Andaba aún con la cabeza grande , culpa del trabajo o la resaca... Quizás culpa de las ganas de besarte en aquella esquina del bar.

Te habías ido a la capital en la mañana, sin despedirte de mi o dejarme una cartita como las otras veces. Supongo que fue mejor así, no quería explicarte porque no me había afeitado las piernas. Esta era mi protesta a puertas cerradas, andar en camiseta larga y no untarme crema corporal.

Ese día  me encontré con un viejo amor, uno de los tantos que ya sólo conozco por los nombres de pila. Era casi como vivir de nuevo aquellos besos robados del anfiteatro, aquellas ganas revueltas en el estómago que los grandes llaman deseo; no te miento si te cuento que incluso, llegue a sentir algo de celos cuando menciono que mi promesa no se había cumplido,- su chica nueva me ganaba en materia de besos- el agregaría que por muy poco, pero no le creería.

Supongo que el día transcurrió normal, yo con mi secreto a cuestas como una rebelde o una contrabandista. Una opositora a la sociedad de piernas lampiñas ... Yo la chica al "natural".


Pero justo aquel día, me raspe la rodilla. La mirada tosca de la enfermera lo dijo todo. Por un momento fui  una abominación y no una mujer, un ente que se negaba a acatar las normas de la sociedad lampiña que ocupaba el trono.  

Sin saberlo, ese sábado  también me toparía con mi madre en el mercado. Quería ver mi rodilla frente a todo el mundo. Notaria que no me he afeitado las piernas y ardería Roma. Preguntaría sí tu y yo estamos bien, porque aún le es difícil mencionar el tema del sexo. Horas más tarde entre la soledad y las copas me preguntaría si eres parte de ese way natural de chicas peludas y demás. Me reí, tal como tu lo harías porque ya conoces el prurito de mi mamá.

Al terminar volvi a casa cansada y arrastrando los pies. Con una rodilla lastimada y algunas páginas que leer. Me quedaría dormida frente al televisor para despertar con tus besos tibios y el olor a café. Te había extrañado tanto que simplemente te bese, mi cuerpo se abalanzo sobre el tuyo que estaba sentado a mis pies. Esa sonrisa picara en tus ojos me avisaban  que tus manos se iban a escabullir por dentro de la piyama.

Un beso, otros dos. 

Cuando de repente, lo dices fuerte y claro... Me amas. Las palabras caen como un balde de agua fría y no puedo hacer más que mirarte en total shock no lo habías verbalizado antes, pero yo ya lo sabía claro esta. Tu expresión cambia porque no entiendes esta pausa. Dije que te amaba -cosa que juro que ya sabías- y me besas más.

"Espera amor,  que tengo una rodilla lastimada." Digo cuando colocas las mano en mi muslo. Me pides verla y es justo en ese instante que lo recuerdo! No me he afeitado las piernas!.

Te miro a la cara y digo, " hoy me querrás así, con mis piernas no afeitadas y sin hacer el amor. Me amaras como en las películas viejas". Pero te paraste y fuiste a la cocina , yo jure que te ibas... Pero no. Volviste con el teléfono y un par de menús de comida para ordenar,  el cabello vuelto un caos y la camiseta estrujada.

No podía estar más sorprendida y lo notaste. " se qué me falta la barba para el look, pero no me diste tiempo." Sonreíste mientras dabas tus argumentos sobre la comida China versus la japonesa... Quien lo diría que justo aquel día en que me negué a afeitarme las piernas o quitarme la piyama me daría cuenta de que, algún día -no muy lejano- me casaría contigo.  Si, contigo El chico que se había dormido viendo una película con una cuchara de helado aún en la mano. 

lunes, 3 de septiembre de 2012

Carta anónima II

Aparentemente era un día como todos los demás, cálido y húmedo, lleno de esa resaca artificial que colma el aire los domingos. Salías de la ducha tarareando esa canción que juraste odiar dos semanas atrás y por la que discutimos, "la sobre exposición tiene sus efectos hasta en las almas mas fieles" dijiste mientras yo reía desde la cama. Nunca imagine que momentos como ese se volverían inrrepetibles, o que ese beso seria el ultimo. Nunca sabría, hasta pasado las 3 que aquel día, cálido y húmedo, seria el día de mi muerte.

El domingo en que morí, me levante con el maquillaje corrido y el cuerpo adolorido, oí tu voz tararear en la ducha, me lave la cara y puse un café. El domingo en que morí te bese cansada, como si la rutina le ganara la batalla al vértigo inminente que recreaban tus besos en cada ocasión. Salí a "explorar", como llamabas a mi manía de comprar libros que nunca leería en su totalidada, a compar un poco de café y a limpiar el aire de mi sistema. Tu te quedaste en casa, querías cocinar.


Ese domingo me esperaba en casa por primera vez en mucho tiempo una torta de frambuesas, un vino espumoso en la nevera y un buen filete de res. Me esperaba un anillo también, pero eso nunca lo pude saber. ¿ Supe en algún momento, a ciencia cierta, todo lo que una vez me espero en casa?

Antes de morir, disfrute un café y  compre para ti un libro. Uno de esos libros en los que buscarías respuestas pero nunca leías, una edición nueva de las historias del creador de la maga, un modelo descodificado para armar. Salí del café con el teléfono en mano tomándole la foto a tu regalo, presione enviar y luego....


Nunca sabré que el conductor estaba borracho, o que se suicidaría días después al verte destrozado en el juicio. Nunca sabré que no volviste a amar como me amaste a mi, que vendiste la casa o que te compraste un perro. Nunca sabré si tuve funeral, o si Diego vino a llorar sobre mi tumba; nunca sabré que lo abrazaste a un a sabiendas de que lo ame mucho mas que a ti. Nunca sabré en realidad que me paso, si existí o si solo fue una tulpa. Breve, borrosa e irreal. 



[Inspirado en la pelicula One Day]

miércoles, 15 de agosto de 2012

Del "amor" y demás hierbas aromáticas.


“Había que escribir sin para qué, sin para quién.” (Alejandra Pizarnik)

Enamorarse siempre había sido una de esas cosas a las cuales me negaba profundamente, mostraba una envidia notoria  a esa capacidad –aparentemente compartida entre todos los demás seres humanos- de entregarse y perder el control. La ceguera benigna, la enfermedad contagiosa, la plaga de la cual todos queremos morir; el paracito que altera la morfología de nuestro cerebro. ¿Podría yo, el ser que se negaba a todo, de pronto creer y caer presa de lo que tanto rehuí? No parecía tener sentido que me enamorara -o que quisiera hacerlo-.

Yo funcionaba de una manera distinta, ni superior ni inferior, simplemente distinta. Mi capacidad - ¿virtud o defecto?- de separar y categorizar de manera diferente a las personas por sus aportes versus mis necesidades, rayaban tanto en el prejuicio estereotipico, como en la mera frialdad. ¿Era yo la limitante que no permitía el desarrollo de relaciones profundas y duraderas por la imagen mental previa de las capacidades y deficiencias de quien tenía al frente? Quizás, aunque bien pudiéramos decir que solo “preví” lo que tenia mas posibilidad de pasar.


Hablar de amor siempre es complicado, más aun cuando tu visión difiere de la general. El plantarse firme y emplear la negativa para no validar el concepto cómodo –y hasta cierto punto fantasioso- que elegimos creer, vender y leer – algunos incluso agregarían vivir-, aquel que no hace ir  llenándonos de puntos vacíos y desazones porque no tenemos “todo lo que se supone que necesitamos” o  porque no sentimos lo que “debíamos sentir” en el momento justo. Hace que, los seguidores del concepto anterior, te consideren fría e incluso, en una que otra ocasionfrívola. Pero, ¿Quién soy yo para decirte en que creer? Cuando el amor se ha convertido en más mito que realidad.

"I'd rather give up that give in to this"- (Promises, promises- Incubus)

jueves, 2 de agosto de 2012

Té para 2


Cuantas veces habré intentado que juegues conmigo
(Carlos Siles)


¿Cuántas veces te pedí que jugáramos bajo la lluvia?
Que nos mojáramos un poco  el cuerpo con el agua fresca.
Cuantos días malgastados enojada frente al portal
Sabiendo que nunca saldrías a jugar.

¿Quién repondrá esas noches malgastadas,
Que pase en la oscuridad sin poder dormir?
¿No lo sabia yo todo?
¿No era este el desenlace más lógico?

¿Me extrañas si me voy?
Si vuelvo esta una historia trágica
Si te grito en demanda: ¿Cuántas veces habré intentado que juegues, cariño?
¿Cuántas?
Antes que me diera cuenta que no querías jugar
No conmigo.


jueves, 12 de julio de 2012

Batida de Fresas


Hoy ha terminado por fin la batalla intensa que se libraba en mi mente. Las tropas cansadas, -pero victoriosas- pueden volver a sus antiguas posiciones sin preocuparse de que, en un arrebato del destino, tengan que enfrentarse nuevamente a esto que llamaron: “Tristeza”.

Hoy por fin comprendí que lo que estuvo siempre mal fue el enfoque; la nostalgia nunca fue hacia tu persona, -porque la sentía aunque estuvieras presente- fue el nombre que le di a la impotencia de ver como desaparecías frente a mi.  Te preguntaras como llegue aquí, como formulo mi mente –después de tanto tiempo- una resolución tan simple y certera sobre el problema que me aquejaba, sabiendo pues, que mis niveles de cognición se habían visto trágicamente afectados por esta “pseudo-depresión”, pues a decir verdad es muy simple, me lo dijo un batido de fresas.

Entre el jugo rosado y la ventana conversaron sobre como no te extrañaba. No, no podía extrañarte aun queriendo, porque simplemente ya no existes. Esta persona nueva, de hábitos nuevos –que luce y habla como tú- se esconde bajo tu identidad y confunde, pero no eres tú – o quizás, si lo es. Quizás este es quien fuiste siempre, y ahora que ya no temes al que dirán, puedes ser tú libremente.-

No creo pertinente el expresar mi opinión sobre tu alter ego, sin embargo, el llegar a la conclusión de su existencia – y con esta la desaparición total o parcial de la persona que conocí- me da cierta calma porque explica –el sentimiento que por comodidad semántica  llamaremos:- la nostalgia, sentida en días anteriores. Ahora, que comprendo a cabalidad la naturaleza del sentimiento, sé que no es “tristeza” o “nostalgia”; simplemente hago el duelo.

Esta palabra –duelo-, definida por la real academia de la lengua española como: “1. m. Dolor, lástima, aflicción o sentimiento expresado hacia la muerte de alguien o algo.”, es exactamente lo que he estado sintiendo. Aquel que conocí, quise y entendí ha muerto -¿lo mate o cometió suicidio?- y no hay nada que pueda hacer más que aceptarlo y vivir con ello.

jueves, 28 de junio de 2012

Versos


Sere por primera vez feliz sintiendome libre de experimentar la soledad,
pero no esa soledad que ellos me dan a beber,
 no esa soledad impura de estar solos entre la multitud
sino la libertad que esconde la soledad, esa casi inmerecida oportunidad de dejar tu cuerpo ser y ver tu alma salir por los poros.