Pero más que nada gracias por la personita hermosa que me ha dado better days, gracias por la generosidad y cortesía.
miércoles, 16 de julio de 2014
Gracias.
Gracias por esas personitas hermosas que tengo en mi vida. Gracias por aquellos que me secaron la cara cuando lloraba amargamente. Gracias por aquellos que me tomaron la mano y me invitaron un helado. Gracias por aquellos que están y un me alientan.
Sin título.
Toma mi mano y vamos de paseo
Tras cada uno de esos lugares que ya no están.
Toma mi mano y busquemos
Las personitas que dejamos atrás.
Hubo un día, de esos en los cuales aún andaba en el asiento del copiloto pensando en lo feliz que estaba, lo bello que era esto y en como me sentía en casa contigo como nunca antes había sucedido. Tu hablabas de los viejos tiempos y de todo el dolor y el sufrimiento que te toco vivir y yo, enamorada e ilusionada, respondí: " me hubiese gustado conocerte en ese entonces" (ya que pensaba que quizás así no te hubieras sentido tan sólo)... Pero recuerdas lo que me respondiste? " yo me alegro que no, si me hubieras conocido en esa época probablemente nunca hubiera podido estar contigo, te hubiera hecho daño y lo hubiera arruinado todo" yo no te creí; no te creí, en lo absoluto,hasta hoy.
Tenías razón.
Aún había cosas en nosotros que iban complicando el paso,que nos iban dejando caer. No me gusta pensar que no funciono, al contrario, creo que el tiempo no fue adecuado y que eso nos jugo mucho en contra. Al final del día fuimos un escalón más, una pieza del rompecabezas. Me consuela el hecho de que el universo en su infinidad me ofrece la oportunidad de pensar que en algún otro lugar el tiempo si fue correcto. Gracias por todo lo que paso en general.
miércoles, 9 de julio de 2014
Tu no sabes nada.
Tú no sabes nada. No sabes cuánto duele o lo que me hiciste
en realidad. No lo sabes, no entiendes, no puedes. Al final cada quien elige la
pared con la cual se estrella a toda velocidad, yo elegí la mía. No pensé que
las cosas terminaran así, que fueran tan efímeras… después de todo esto era uno
de esos amores que parecen durar la vida. Pero las cosas no son siempre lo que
parecen.
Let go, Forgive, Forget.
Tú no sabes cómo pesa que las cosas no puedan estar bien. Tú
no sabes lo que pesa levantarse y moverse por inercia. Tú no sabes lo que se
siente que ellos estén pero tu no. Tú no sabes lo que hizo esa llamada. Tú no
sabes el daño que causaste. Tú no sabes lo que te ame.
Tú no sabes nada de eso… pero igual hay muchas cosas que no
se.
"I used to think one day we'd tell the story of us,
How we met and the sparks flew instantly,
People would say, "They're the lucky ones."
I used to know my place was a spot next to you,
Now I'm searching the room for an empty seat,
'Cause lately I don't even know what page you're on.
Oh, a simple complication,
Miscommunications lead to fall-out.
So many things that I wish you knew,
So many walls that I can't break through.
Now I'm standing alone in a crowded room and we're not speaking,
And I'm dying to know is it killing you like it's killing me, yeah?
I don't know what to say, since the twist of fate when it all broke down,
And the story of us looks a lot like a tragedy now."
How we met and the sparks flew instantly,
People would say, "They're the lucky ones."
I used to know my place was a spot next to you,
Now I'm searching the room for an empty seat,
'Cause lately I don't even know what page you're on.
Oh, a simple complication,
Miscommunications lead to fall-out.
So many things that I wish you knew,
So many walls that I can't break through.
Now I'm standing alone in a crowded room and we're not speaking,
And I'm dying to know is it killing you like it's killing me, yeah?
I don't know what to say, since the twist of fate when it all broke down,
And the story of us looks a lot like a tragedy now."
-The Story Of Us - Taylor Swift-
martes, 8 de julio de 2014
Me gustaría otro final
Nunca he sido buena para lidiar con las despedidas, para manejar ese momento en que las cosas ya no dan para más. Siempre pienso que no disfrute lo suficiente en el momento y que ahora sólo me quedarán los recuerdos, borrosos y contaminados, de lo que un día fue. Como cuando te caes y te golpeas, al final del día no recordaras bien como caíste solamente que te dolió mucho.
Contigo es algo así. Es venderme desde que abro los ojos hasta que por fin los cierro que las cosas ahora son así. Que no te importo, que no me importas. Que no me duele y que a vos menos. Que de alguna forma me olvidaste y yo debo de hacer lo mismo.
Vivimos solo a unas calles de distancia y sin embargo nuestras vidas parecen moverse en dos ejes lejanos el uno del otro, aislados y sin ningún punto en común. Eso me consuela a veces, el saber que ya no te veré más, que no hay forma alguna de que eso pase. Pero las calles siguen llenas de tanta historia y besos y cosas, que la mayoría del tiempo solo duele.
Quisiera otro final, uno de esos alternativos que te dan al final de algunos cuentos para que decidas que es mejor. Quisiera poder recomenzar todo y de alguna forma u otra evitar que las cosas llegarán hasta aquí. Ser amigos, y no extraños que una vez se quisieron (aunque yo sigo haciéndolo), no ser un nombre más en la lista de personas a olvidar.
Quisiera poder contar una historia diferente, no tener que decir que era muy feliz y que ahora ya no. No tener que explicar como me cambiaste la vida por completo y como yo, a mi manera retorcida, te ame como no pensé que podía. Quisiera poder decir que todo acabo bien, que fuimos muy buenos amigos y colegas. Que compartimos muchos ratos, pero que jamás bebimos de un mismo vaso. Quisiera decir que estuviste presente en la graduación y que luego celebramos tu cumpleaños. Más no puedo, tengo que decir que no funciono, que nuestra plantita se murió y que no tiene remedio. Tengo que decir que no estarás y no estaré. Que se acabó, que dolió, que me olvidaste.
Tengo que decir que fui un naufragio más, otro barco que se hundió. Sólo una más.
Pero oh, como me gustaría otro final.
sábado, 5 de julio de 2014
lunes, 30 de junio de 2014
Llegamos hasta el fin.
Ayer fue uno de esos días en los que te sientes mejor, no recuerdas que hundiste un barco, o que te duelen las manos por tanto aferrarte a la boya para no ahogarte. Uno de esos días en los que la palabra "aceptación" ya no se siente como una patada en las costillas, ya saben, uno de esos días que son simplemente buenos. Te levantas y te sientes bien, confiado de que las cosas mejorarán, no piensas tanto en él -aunque por momentos lo extrañas tanto que no puedes respirar... Pero el día sigue y tu sigues. Tratas de ser feliz y ver las cosas en positivo.
Ayer fue un buen día aunque no pude dormir. Pensaba en la historia constantemente, en el principio, en los chistes, los paseos, aquel domingo ( que fue -como diría en lenguaje coloquial- el real domingo), en todos esos paseos en auto tomados de la mano, los bailes raros al compás de cualquier canción... Todas y cada una de nuestras pequeñas aventuras. Trataba de ver si aún recordaba con detalle tu rostro, tus manías y tu voz. La forma en que sujetabas los cigarros, como me mirabas y me olías el cabello o la forma dulce en que me dabas besos en la mejilla. No, no llore. Al contrario, sonreí todo el rato, son recuerdos felices, cosas que no olvidare.
Hoy, la historia es diferente. Hoy todo duele y pesa. Me levanté pensando en la posibilidad de que me vayas a olvidar, de que yo fuera una más de tu lista de chicas que no quieres recordar. Hoy pensé en las peleas y en todas esas veces que no guarde silencio, que no me fui, que no cedí. Hoy pensé en cada cosa que dijimos y como se volvieron hematomas en nuestros cuerpos. Hoy, hoy recordé las distancias, los silencios y las demás señales que me enseñaban que yo sólita te estaba perdiendo. Hoy me di cuenta que hundí el barco.
Entiendo las decisiones que tomaste y ya no pataleo con la idea de que las cosas nunca volverán a ser como antes (aunque eso duela muchísimo 'mano). No hay (ni jamás habrá) un solo átomo de mi cuerpo que se arrepienta de haber estado contigo, de conocerte, de verte sonreír y de haberte dado todo (quizás no en la forma correcta, pero en fin). Tu y esa camioneta me enseñaron mucho de mi misma y de la forma adecuada de conjugar el verbo amar, y esas cosas, aunque ahora duelan, no se pueden olvidar. Espero seas feliz y tengas una vida linda y que un día no muy lejano pueda gastar casi 3mil pesos para ir a verte a tocar en el teatro nacional o tu nombre salga mencionado en una junta, como el terapeuta de elección donde referir a un paciente, espero- mejor dicho, confió, confió en que tengas un bellísimo futuro como el que siempre supe que tendrías.
Al final del cuento solo me arrepiento de no haberte abrazado más... Y es que la vida es así, una serie de arrepentimientos chiquitos que se juntan y duelen. Mucho, muchísimo. Supongo que poco a poco, te iré extrañando menos y recordando más como decía Julio, pese a que ahora eso es lo único que puedo pensar.
Discúlpame por hundir nuestro bote niño de la luna, discúlpame por no saber como remar.
jueves, 24 de abril de 2014
The Running -Towards And From-.
Justo aquí, el punto donde por fin te das cuenta que te
encuentras en la pequeña encrucijada, que ya no sabes que haces, que de un
momento a otro – y aparentemente sin ningún fin- tu vida ha dejado de cobrar
sentido. Ese es el momento del cambio. Las manos cálidas y fuertes del pequeño caos
parecen tapar tu nariz y boca, en la búsqueda infructífera de crear la sensación
asfixiante y ante este descubrimiento pasa a habitar en tu pecho; la pequeña opresión,
el ligero dolor. Así llega el caos y se arropa tranquilo a tu lado.
Te preguntas que ha pasado, como tu vida – la cual llevas
planeando desde que tenías 10 – ha llegado de pronto a este impasse. Ya no
sabes a dónde vas, ni cuál es el camino correcto ("If you don't know where you're going,
any road'll take you there"- said The Cat) así que haces lo único que el frenesí
diario de los homo sapiens sapiens te ha enseñado. You Run – fast as you can-
ya sea hacia algo o de algo… días, meses, años después quizás entiendas que
esas dos palabras llenan de sentido la acción previa.
Como ser humano, pensante y cognitivamente capaz, el
instinto de preservación ante cualquier situación –imaginaria o real- que nos
ponga –o nos haga sentir- en peligro viene a ti de forma mecánica y se encarga
de que cada centímetro de tu cuerpo de prepare para dar la carrera de sus
vidas. Estas huyendo, te proteges de un daño mayor; psicológicamente, lo
racionalizas, te dices a ti mismo que fue la mejor decisión, que seguir en esa dirección
solo traería problemas y dolores innecesarios, que era mejor no intentarlo, que
otro día será. Lo postergas, te aíslas y
cuando vuelves a levantar la cabeza usualmente estas muy, muy lejos del destino/situación/persona
que “provoco” que corrieses en primer lugar.
No me mal interpreten. No siempre que corremos cometemos un
error, hay veces –gloriosas y efímeras veces- en las que tomamos un pequeñísimo
leap of faith y corremos – as fast as we can- hacia algo/alguien y nos
estrellamos contra ese calor embriagador que te da el coraje. Nos sentimos satisfechos y llenos de vida. Somos
responsables y estamos allí, dispuestos a todo, con los sueños palpitándonos fuerte
en las orejas… ese milisegundo donde te dices “ahora o nunca” y saltas hacia la
respuesta desconocida. A veces no conseguimos lo que queremos, otras veces nos
estrellamos contra realidades o incluso paredes que no contemplamos antes, a
veces duele y a veces – muy pocas veces- nos arrepentimos. Sin embargo, en el
fondo, oculto quizás bajo una pequeña capa de dolor existe esa satisfacción intrínseca
que le sobreviene a escucharnos por un rato.
Quizás la muerte y el cambio no sean las únicas constantes
en la vida, quizás el correr también es parte de este pequeño –y caótico- modo
de vivir. Si algo te puedo decir, -yo que aun corro- es que en definitiva es
parte del proceso de crecer, de escucharse y defenderse. Se necesita mucho
valor para hacerlo, para emprender el viaje por el camino menos transitado y aquellos
que lo han hecho siempre lo verán así. Recuerda que: “All great changes are preceded by chaos.” –
Deepak Chopra
viernes, 7 de marzo de 2014
Cuenta regresiva.
Alicia se colocó junto en el borde del abismo, asomando apenas las puntitas de los pies. Tras ella, miles de voces llenaban el silencio y la invitaban a saltar, a no tener miedo y a creer que después de todo, abajo a donde no alcanzaba a ver, habrían unas manos que la atraparían.
La cuenta regresiva empezó, 5-4-3-2-1
Alicia se aproximó al borde, poco a poco, y cuando estaba lista para saltar una voz desde atrás, en murmullo le dijo: " Así no ensordeceras las voces que arropan tu mente de desilucion, ni esas voces que te dicen que no vale la pena seguir tratando."
"Pero, ¿No es de esto que se trata la vida...de seguir intentando, de arreglarlo todo?" Dijo Alicia en plena desesperación.
"Tienes razón. Más sin embargo, niña, ya mucha sangre a cursado la yema de tus dedos al intentar pegar aquellos pedazos de vidrio y cristal. ¿Qué es lo que esperas lograr?" Dijo la voz saliendo de las sombras
"Abajo, sus manos..." Dijo Alicia señalando al abismo
"Abajo sus manos no estarán. Porque la persona que esperas está aquí arriba invitandote a saltar, a que creescas y aprendas que nadie nunca lo hará. Ese cuerpo que esperas hace tiempo que se marcho. El y sus manos no quieren tener nada que ver con vos." La voz seguía dando pasos lentos.
"¿Cómo te atreves a mentir así?" Lágrimas ligueras surcaban ya los ojos rojos de aquella niña
"No te miento Alicia, mira el cuerpo aquí. Mira aquí las manos que tanto juraron que no podían vivir sin ti. Mira allá los sueños que juntos quisimos vivir, míralos como solitos prefieren dejar de existir. Mira como desgastado mi cuerpo ya no puede más, tu le has hecho tanto daño que a duras penas podrá más tarde respirar" Ante ella estaba la única persona a la que había querido, la persona que esperaba que la atrapara. Poco a poco la multitud empezó a gritar e incitar a Alicia para que saltara, junto a ellos aquella persona que amaba también gritaba.
miércoles, 5 de febrero de 2014
Cuento a un lunático.
Había una vez un niño de la luna, de piel gris y mirada altiva, que jugando entre la órbita lunar y la atmósfera terrestre, se cayó a la tierra. El golpe fue tan fuerte que olvido todo. Olvido la luna y como era su arena, olvido cuáles nombres les había puesto a las estrellas, el color real del sol, e incluso, muy a su pesar, olvido que allá afuera, a unos cuantos kilómetros había un lugar al cual pertenecía.
Su infancia transcurrió normal, era -o parecía- un terrestre más. Ya que, según leyendas, la atmósfera terrestre quitaba todo poder o magia de cualquier ser. Así que si, es muy posible que entre usted se encuentren ángeles, marcianos y demás seres míticos, sin que siquiera ellos lo noten. Pero,(volviendo al tema real), el niño de la luna parecía ser la excepción. Tras años de malabares inconclusos y circos a su alrededor, seguía sintiéndose como un forastero en este lugar.
Han de entender que la luna es un lugar calmo y hermoso. Donde toda belleza se encuentra al alcance de una débil mano y el mal es incapaz de trascender. Pero aquí en la tierra el territorio es hostil y un corazón como el del no lo pudo resistir...
Lo poco de héroe se diluyó, se le acabaron las esperanzas, el rumbo la fe. Corrió por miles de lugares, luchado contra dragones en la búsqueda de algo. Busco y busco, pero nunca encontró nada. Así que, después de un tiempo y muchos tropezones, le llegó una carta. Una segunda oportunidad.
Aquí no le resultó más sencillo. Al contrario. Fueron capas y capas de corteza dura y de miedos que debieron ser removidos para llegar a la esencia, al centro real. Al final, ahí estaba... el niño de la luna en todo su esplendor. No era más que un niño, si, un niño asustado que ya no sabía donde ir.
Pero la carta era la solución. Instruciones, propósitos y un plan. Todo saldría bien al final. Así que los demás lunáticos, a sabiendas de que el niño tenía que quedarse en la tierra, lo llenaron de talentos para que así, a través de ellos nunca más se sintiera sólo y mantuviera la certeza de que allá, a un par de kilómetros, existía un lugar sólo para él.
Safe place
Yo no soy como tu lunático,
Yo no puedo escribir,
No se plasmar cosas bonitas
Y casi nunca se que decir.
No se rimar las cosas,
Ni hacer que suenen mejor;
Pero de amor se un poquito
Déjame que te enseñe, no?
Yo quiero ser alguien en tu vida,
Alguien que no te vaya a dañar ,
Un lugarcito en calma
La casita donde siempre quieras entrar.
Propongo ser una de esas
Historias, que no tienen final
Que se viven hasta los tuétano
Que nunca se pueden soltar.
Propongo que me quieras siempre
Como ese martes al anochecer
En el que rompiste las reglas
Y me dejaste ver
Esa naturaleza traviesa,
Esa sonrisa tan dulce.
-¿a qué saben los besos de luna?-
No le digas al lunático,
No le digas, por favor,
Que con un solo beso
El contrato se selló.
Que ya no ha vuelta atrás,
Que no puedo correr,
Que he quedado hechizada
-¿creen que lo podrá el ver?-
No le digan que lo extraño
Aún cuando esta aquí
Por qué tenemos los días contados
Dime, ¿quién puede existir así?
No le digas, no le cuentes
Que creo que al fin lo encontré
Que ya no tengo que buscar más
I’ve found my safe place.
miércoles, 29 de enero de 2014
La Hija de la Sombra
Me han contado que te han visto
De calle en calle vagar
Con la luna en las pupilas
Y un torpe caminar.
-como sí todo el licor del mundo te pudiese curar, el corazón en pedacitos que llevas en ti-
Muchos dicen que es mi culpa
Que te he dejado así
Como sí mis besos pudieran,
Pudieran, ¡oh! herir.
Muchos dicen que con mis manos
Hice surcos en tus brazos,
¡Óyelos, pues!
Como sí mis caricias pudieran
-en sus propias fuerzas-
Marcar a una persona así.
“La culpa no puede ser mía”
Les he dicho ya a todos
Pues el cariño JAMÁS ha de herir a un caballero.
Más ante mi asombro,
La multitud calló,
Y el que ha respondido entonces,
Ha sido vos.
“No hiere el cariño cuando se da de veras.
Cuando es sólo cariño lo que se pide doncella;
Más mata el cariño -y mata sin pena-
Cuando amas a quien no te ama, princesa”
“Pero esto nunca fue amor”
Dije en desesperación
-¿Cómo en aquel cuerpo cabía tal dolor?-
“No, princesa nunca fue amor.
Tu nunca me amaste, eso bien lo se yo”
“Pues por qué venís y hablas de amar
Si sabes bien que nunca fue así
Que nunca lo pudimos sentir”
Dije sin saber que la respuesta me congelaría el ser.
“Que egoísta eres” dijiste al sonreír
“Nunca pensaste que te ame, que te amo aún aquí”.
Y sólo aquí comprendí
Que en mi ignorancia te mate, te herí.
Porque yo nunca te quise, ni te vi así
Porque aún hoy no te quiero para mi.
Tick Tack
Vivo en una cajita de cristal
-No puedes entrar-
Una casita de paredes opacas de tanto tocar;
Tu no quieres acercarte
-¿Crees que me vas a dañar?-
Yo que no quiero alejarme
Pero no lo puedo evitar.
Aquí en mis maletas
Llevo todo lo que tengo de vos
Los acordes, las canciones;
Los cuentos, los amores.
Las llevo empacadas con cuidado,
Entre las noches sin dormir
Entre el humo y los cigarros,
Las tonterías y los espasmos.
Vivo aquí en mi cajita de paredes curvas
Y transparentes
En las que no entra el sol
En la que nunca cabras vos.
martes, 31 de diciembre de 2013
Alicia y el fin del mundo (incompleto)
Alice despertó con el sueño aún rondándole las pupilas. Estaba cansada,pese a que había dormido toda la noche. Se sentó en la cama y, aún con los ojos cerrados, busco las pantuflas con solo las puntas de los pies. Alice era una de esas personas especiales que pueden sentir cuando el día no marchara bien y hoy era uno de esos días.
Faltaban pocos días para el fin del mundo, aunque ella no los contaba, procuraba tenerlo pendiente. Era esa atmósfera mística que le ofrecía una excusa para todo; besar a un chico en el bar, comer una barra de chocolate, o incluso, comprar esos zapatos que usaria solo una vez probablemente para vérselos en los pies. Para Alice el fin del mundo no era más que eso, una excusa funcional y muy lógica.
Bajo esa atmósfera y una pequeña llovizna, salió el sol. Se levantó y anduvo por la casa con ganas de un café o quizás un chocolate, o tal vez jugo (la alacena siempre era impredecible a finales del mes). Su compañera de habitación no había llegado a dormir, lo cual era común después de que se consiguió un nuevo novio. Esta vez era un estudiante de término de bioquímica. Algo muy extraño para alguien que estaba haciendo su licenciatura sobre «estudios modernos del arte». Pero así son las cosas de la vida.
Tenia clases en menos de media hora, así que en vez de caminar hacia el café, camino hasta el baño. Tomo una ducha cálida y luego se vistió. En el camino iba pensando sobre las inminentes vacaciones, el hecho de volver a casa... «por alguna razón viene el fin del mundo» dijo casi en voz alta, a sabiendas de que ella no estaba preparada.
viernes, 6 de diciembre de 2013
Alice and Madland
Alicia siempre andaba abriéndole la puerta a todo el que tocará. Era como sí la muy nueva constancia de su soledad la hubiese impactado repentinamente , y ella desesperada, intentaba alejarse del sentimiento, formando vínculos con el primero que aceptará.Esta era la razón por la cual era dueña de esta pseudo fijación del tener.
Ella quería ser dueña del mundo,el suyo, el tuyo y cualquiera que existiera de por medio era esta necesidad de tener y de sentirse importante la que la movía en distintas direcciones pero tras un mismo fin: ser irremplazable y necesitada.
Por sobrétodo Alicia quería ser feliz, y para ella este concepto venía ligado íntimamente con el verbo amar. El mismo verbo que ella (citando a Cortázar) iba "dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses" y de igual manera sobre todo aquel homínido masculino que se presentase.
Siempre tras cada ruptura imaginaria se decía lo mismo. "Yo debería" y tras esta demanda del ser, amontonaba pequeñeces y banalidades entrelazadas con aquellas resoluciones de año nuevo que siempre dejaba sin cumplir. "El mundo era muy grande para una idealista" era su frase, y justo con eso te abría los discursos donde lloraría (ya que esa era su forma de ahogar las penas) y te diría que se sentía pequeñita ante todo lo que pasaba.
Yo era pequeñita también. Un montón de cabello oscuro tras el que me escondía y un montón (aun mas grande) de ropa. Yo era una sombra tras aquel sol.
Conocía a Alicia desde muy temprano, justo en aquel verano en que mis padres se mudaron al lado de los de ella cuando ambas teníamos 6. Fuimos las mejores de las amigas por años, hasta que, por una jugarreta bizarra del destino me mude con mi mamá lejos del caos que según ella representaba mi papá.
Par de años más tarde, un instructor de tenis, una boda y un hermanito en camino (para ser bien exactos) termine devuelta en casa de mi padre. Como Miles de corazones rotos después aún sigo aquí como paño de lágrimas.
El tiempo para Alicia nunca se media en segundos u horas, eran siempre los caos o los latidos. Nada nunca estaba en el medio, todo tendía a un lugar. Aún la más pura de las amistades, resultaba irremediablemente sexualizada por aquella niña angelical. Era la personificación infantil de una "rompe corazones " ya que nunca llegaba a ser una " mujer de la vida fácil" debido a el tacto con que la manejaban algunos muchachos, su vida relativamente protegida bajo las limitaciones de un suburbio y mi intervención torpemente acertada que aún mantenían aquella reputación que pendía de un hilo.
Decían los psicólogos que la madre le hacía visitar de manera regular que aquella actitud se debía a una carencia infinita de afecto, aún vacío existencial o incluso a un "Edipo" inadecuado durante su niñez. Alicia se reía de estos caos mentales que los mayores inventaban para explicar una conducta que yo a sus espaldas definía como promiscua.
Ella quería ser dueña del mundo,
Por sobrétodo Alicia quería ser feliz, y para ella este concepto venía ligado íntimamente con el verbo amar. El mismo verbo que ella (citando a Cortázar) iba "dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses" y de igual manera sobre todo aquel homínido masculino que se presentase.
Siempre tras cada ruptura imaginaria se decía lo mismo. "Yo debería" y tras esta demanda del ser, amontonaba pequeñeces y banalidades entrelazadas con aquellas resoluciones de año nuevo que siempre dejaba sin cumplir. "El mundo era muy grande para una idealista" era su frase, y justo con eso te abría los discursos donde lloraría (ya que esa era su forma de ahogar las penas) y te diría que se sentía pequeñita ante todo lo que pasaba.
Yo era pequeñita también. Un montón de cabello oscuro tras el que me escondía y un montón (aun mas grande) de ropa. Yo era una sombra tras aquel sol.
Conocía a Alicia desde muy temprano, justo en aquel verano en que mis padres se mudaron al lado de los de ella cuando ambas teníamos 6. Fuimos las mejores de las amigas por años, hasta que, por una jugarreta bizarra del destino me mude con mi mamá lejos del caos que según ella representaba mi papá.
Par de años más tarde, un instructor de tenis, una boda y un hermanito en camino (para ser bien exactos) termine devuelta en casa de mi padre. Como Miles de corazones rotos después aún sigo aquí como paño de lágrimas.
El tiempo para Alicia nunca se media en segundos u horas, eran siempre los caos o los latidos. Nada nunca estaba en el medio, todo tendía a un lugar. Aún la más pura de las amistades, resultaba irremediablemente sexualizada por aquella niña angelical. Era la personificación infantil de una "rompe corazones " ya que nunca llegaba a ser una " mujer de la vida fácil" debido a el tacto con que la manejaban algunos muchachos, su vida relativamente protegida bajo las limitaciones de un suburbio y mi intervención torpemente acertada que aún mantenían aquella reputación que pendía de un hilo.
Decían los psicólogos que la madre le hacía visitar de manera regular que aquella actitud se debía a una carencia infinita de afecto, aún vacío existencial o incluso a un "Edipo" inadecuado durante su niñez. Alicia se reía de estos caos mentales que los mayores inventaban para explicar una conducta que yo a sus espaldas definía como promiscua.
lunes, 16 de septiembre de 2013
The Dos and Don'ts {incompleta}
Me
encanta la época en que vivo. Me encanta que esté llena de avances tecnológicos
y científicos, que no existan barreras ni cosas imposibles. Sin embargo, pese a
que adoro ser parte de una época en constante micro evolución, una parte de mí –
quizás la mayor parte- está siempre nostálgica del pasado. Me gusta pensar que soy una entusiasta del
antaño, constantemente enamorada de su música, su literatura, sus modas y sus filosofías.
– No, eso no me hace una hipster or
anything like that-. Más nuestra
época, si lo pensamos con cuidado, es perfecta. Vivimos en el mundo del acceso
y el conocimiento, no existen límites ni fronteras para la información que podemos adquirir.
Aparte ahora somos más libres de expresarnos como queramos, ya que ante el ciberespacio YO decido como
mostrarme. Quien me “sigue”, quien me da “likes”, cuales fotos “etiqueto” y si
quiero informar de donde y con quien estoy. También podemos ejercer una profesión
totalmente distinta a nuestra profesión “formal”, es casi como jugar a
disfrazarse por un momento; así nos convertimos en críticos gastronómicos y de
arte, comentarista de deportes, escritores, presentadores de programas,
activistas sociales -… you name it-, y lanzar nuestra opinión cómodamente al
mundo, esperando que someone –somewhere- se identifique nos de “RT” o “mention”
o incluso un clic que más tarde se convertirá en un “like” o un “♥”.
Deberíamos ser felices; pero no. Pese a vivir en
lo que parecería un cuento de hadas, somos mucho más miserables y nos sentimos más
solos. Tremenda dicotomía, ¿no?. Estar solos cuando tenemos todas las herramientas para estar juntos. Justo en este
momento es que empieza esta historia, aquí es que empieza la búsqueda.
Mis amigas y yo, nos encontramos en los plenos –
difíciles, asombrosos, terroríficos y excitantes- 20’s y a menudo hablamos de
ese vacío que Satre, Unamuno, Nietzsche y Cortázar – por mencionar solo
algunos- venían mencionando. No sabemos que lo causa, ni cuando se activa y –por
desgracia- tampoco sabemos si algún día desaparecerá.
Siguiendo –o no- los métodos más ortodoxos, cada
una ha pasado por su propio proceso de llenado, muchos zapatos, fiestas,
borracheras, amigos, ropas, estudios, relaciones y reconocimientos después; el vacío
seguía presente. Así que recurrimos a – lo que según toda película es- la cura
de ese mal: El amor y lo que representaría su búsqueda.
De pequeñas nos enseñan que el amor es esta fuerza mágica que mueve al mundo, que es capaz de eliminar barreras, vencer prejuicios, sobrevivir en el tiempo, salvar vidas e incluso vencer el miedo y la muerte. Así que si esta fuerza “mágica” funciono para todos ellos porque no funcionaría para nosotras. No obstante, tras varios encontronazos estábamos seguras de que algo faltaba.
De pequeñas nos enseñan que el amor es esta fuerza mágica que mueve al mundo, que es capaz de eliminar barreras, vencer prejuicios, sobrevivir en el tiempo, salvar vidas e incluso vencer el miedo y la muerte. Así que si esta fuerza “mágica” funciono para todos ellos porque no funcionaría para nosotras. No obstante, tras varios encontronazos estábamos seguras de que algo faltaba.
Así fue como un día tras mucho analizar y pensar, - y con la ayuda de varias copas-llegamos a la conclusión
de que no buscamos el amor – ni él nos busca a nosotras- buscamos intimidad. La intimidad, - pese a ser uno de los componentes del amor- era justo la respuesta que buscábamos, ya que esta se centraba en una conexión entre dos personas que comparten sus vidas y secretos , no solo de forma física sino de esta otra forma a la cual le temíamos tanto: La Emocional. Si, al final la intimidad se basaba en eso. Puras y complicadas emociones.
Ya deben imaginar mi sorpresa al enterarme que para llenar ese "vacío" debía probablemente, pasar a buscar el corazón roto que deje en el taller durante mis años de bachiller y aproximarme a alguien dispuesta a que me lo rompan otra vez. Que esta vez las cosas deberían evolucionar con calma, para formar un vinculo fuerte. Que tenia que HABLAR de mis sueños y esperanzas, contarle como veo la vida, y quizás incluso deba de admitir aquella historia vergonzosa que solo saben mis amigas.No pude evitar preguntarme ¿Es este el precio real del amor o esta es solo la versión posmoderna, la versión light? ha estas alturas claro que sabia que podía elegir conformarme con menos, podía perfectamente seguir formando parte de relaciones superficiales en las cuales las emociones se quedan lejos, o quizás - solo quizás , debía ponerme la ropita de niña grande, llenarme los pulmones de aire y admitir que me muero del mal de mi época: La soledad.
Mi búsqueda aun no ha terminado - aveces creo que no estoy lista para que empiece- así que dejare esta historia abierta como una pagina en blanco para poder contar como me fue y asegurarme de escribir los atajos que tome... ya saben por si la pierdo otra vez.
Love.
sábado, 10 de agosto de 2013
What ever
-Esto se llama soledad, Alicia- dijo el Sombrerero
-Es horrible- dijo ella anonadada ante aquel monstruo azul y gris
-No, no lo es. Después de un tiempo de acariciarle la espalda, verás como se convierte en una respetable dama... O en tu caso caballero- el Sombrerero miro al monstruo con una mirada diferente, una que Alicia no conocía. Tenía que ser amor pensó.
-Es horrible- dijo ella anonadada ante aquel monstruo azul y gris
-No, no lo es. Después de un tiempo de acariciarle la espalda, verás como se convierte en una respetable dama... O en tu caso caballero- el Sombrerero miro al monstruo con una mirada diferente, una que Alicia no conocía. Tenía que ser amor pensó.
domingo, 19 de mayo de 2013
The Groupie: A Love Story
Cancion Sugerida: Let Her Go - Passenger
Seguro me recuerdas de algún lugar, probablemente a estas alturas
solo sea una cara más en una fiesta repleta. Una de las tantas en la lista
incontable de conquistas del afamado Rockstar. Seguro te excusaras, dirás que
llevo el pelo diferente o que ya no me visto igual, que el maquillaje ahora si
te deja ver mi rostro con pecas y bronceado por el sol. De repente me
miras fijo, como quien busca la aprobación de los recuerdos, una orden de mando
para hacer la acción. El toque preocupado de la niña que ahora traes del brazo
te trae devuelta.
Para llegar a
donde estoy caminas por el medio de las sillas, pides permiso un par de veces e
intentas devolverte otras dos. Cuando finalmente llegas a mi mesa te apresuras
a decir como ha pasado el tiempo, yo sonrió en silencio como gesto de
aprobación mientras tu sueltas un suspiro pesado (¿Te estará pasando cuenta la
conciencia?) haciendo que la atmosfera se torne pesada e incómoda. No sucumbo
al pánico porque se lo que vendrá, este acto me lo conozco bastante bien
- "¿Me podrías
traer una copa, por favor?”- Dirías, esperando escuchar de parte de la
chiquilla que colgaba de tu brazo un " Por supuesto". Ya conmigo,
juntos y a solas, te disculparías; dirías que eras joven y que no entendías eso
del amor, que eras un malcriado y que para ese entonces te creerías un dios. Yo
esperaría a que terminaras con tus escusas baratas para así poder decirte
aquello que tenía mi vida en hold desde hacía un tiempo.
A lo lejos, justo
por la puerta que estaba al lado de la barra veo como se acerca hacia nosotros
un hombre alto y esbelto, con el pelo alborotado y unos ojos verde oscuros
ocultos tras unos lentes de marco gris. Al llegar a mi lado no podría evitar sonreír
mientras su mano me toma por la cintura, me controlaría pero eso no evitaría
que las palabras salieran a tropezones...
-" ¿Recuerdas
a....?"- Me interrumpirías para saludar, yo sabía que el nombre no sería
necesario, a este chico lo conocías bien. Él era tu cuate, tu mejor amigo, el
bestie, tu bff... todo lo que durante un tiempo querías ser. Luego me mirarías
y todo cobraría sentido. Recordarías por arte de magia mi nombre, los besos
tras bambalinas luego de tu primer gran concierto, como practicabas los autógrafos
en mi cuerpo y más que nada recordarías mi canción, aquella que solo me tocabas
a mí, la que juraste nunca hacer pública... la misma que luego se volvió un
hit.
Te quedarías
parado sin entender nada, hasta que el chico que está a mi lado me apriete un
poco más contra él y diga: " Gracias bro', por permitirme conocer al
amor de mi vida". Tú sonreirías triste y confundido, mientras mi mente repetía:
" Has perdido a tu groupie, amor. La has perdido."
viernes, 22 de marzo de 2013
(Guilty pleasure) Existencia Express
Digamos que no quiero, que no debo, que no funciona, o peor aun, que no creo en lo que hago. Digamos que me toca dar un salto a ciegas, y que abajo, solo me esperaran unas manos. Manos que aun no conozco bien. Manos que aun no me conocen bien. ¿Qué me llevaría entonces a saltar, a lanzarme hacia el vacío sin ningún animo de hacerme daño?... la respuesta esta en esas pequeñas cosas que hacemos, esos gustos adquiridos... a veces en esos permisos que nos concede ese Superyó rígido cuando le explicamos que la vida es un ratito, que solo queremos divertirnos un poco.
( ¿Te recuerdo que mi nombre no es Dolores sino Lola? )
Cheers.
- "No te tomes la vida tan en serio, a fin de cuentas, no saldrás vivo de ella."
- "Para una mente bien preparada la muerte es solo la siguiente gran aventura."
( ¿Te recuerdo que mi nombre no es Dolores sino Lola? )
Cheers.
lunes, 11 de marzo de 2013
Caminos.
Camino entre recuerdos y utopías
Soñando despierta con los posibles
finales de este día
Mientras entre mis manos se escurren casi
sin que lo note
Tus palabras, tus miedos, mis cartas.
¿A que jugamos?
Por que el venir, buscar…
A veces incluso en sueños codiciar
Nos hace tanto mal
Yo lo se, el también.
Mas sin embargo nos turnamos
Para herirnos, para odiarnos
Aunque sepamos que dolerá tanto.
miércoles, 2 de enero de 2013
EL MUNDO
Se acabo el año, las celebraciones y las fiestas… se ha ido
incluso la resaca de fin de año. Los amigos que vinieron desde lejos ya
regresan a sus propias rutinas, ya le decimos adiós a los fuegos artificiales y
a la sidra barata. Ya vemos como poco a poco desaparece la inocencia y
esperanza que caracterizan a la navidad. Nos vemos obligados a volvemos a los trabajos y las clases; a ser
nosotros contra ellos, yo versus el mundo.
Con la brillantina aun en las uñas y una que otra cicatriz de
batalla contra los tacones y la gravedad, empieza el año. Yo no quiero pensar,
no quiero darme cuenta que las vacaciones terminaron, que debo averiguar mis
notas y comenzar la planificación. Simplemente NO QUIERO VOLVER.
Mis amigos me han dicho que agrupe esta resaca mental/ gripe
dominguera debajo de la casilla de:
Crisis Pre-Adultez (¿Por qué será que el
tiempo no se toma vacaciones y nos deja descansar?, después de todo yo no
quiero crecer, no quiero ser adulta. Pero frenar el proceso es imposible, ya
siento el estirón, el cansancio en la zona lumbar, la ausencia de creatividad y
la presencia nefasta de las arrugas (¡Si, las arrugas!). De mas esta mencionar
el comentario obligatorio de toda persona adulta “Te tienes que buscar un novio
que ya estás en edad de casarte” acompañado por supuesto de un cómico “Tic-Toc”.
Siento la adultez colarse por mis venas, lenta pero segura) sin embargo, pero no creo
que sea solo eso, creo que el problema es que la vida pasa de largo. Me he
pasado tanto tiempo ensimismada dentro de las paredes de mi mente, que ahora
justo cuando decido salir, las “experiencias” se agrupan en pilares con los
cuales tropiezo. Ya el punto no es aprender, es cumplir con el ritmo que me
impone la sociedad.
Yo versus el mundo es comenzar a cantar en voz baja, juntarse a comer galletas y queso, ir a “eventos”
y cumplir con nuestro estricto horario. Pero supongo que también es dejarse ir.
“It's time to begin, isn't it?
I get a little bit bigger, but then I'll admit
I'm just the same as I was
Now don't you understand…”
I get a little bit bigger, but then I'll admit
I'm just the same as I was
Now don't you understand…”
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