Se encontraba sentada frente a quien era
capaz de identificar el hecho de que no pertenece a esta era, de que era un ser
atípico en una vertiente de realidad incompatible con los receptores con los
cuales contaba - ¿Cómo podía una realidad tan disuelta llenarme si estaba lista
para la pura?- sin embargo, lo que la movía a tal empatía era quizás el sentimiento reconfortante de que alguien comprendía
sus ansias por primera vez; no es per se
la necesidad de pertenecer a otra época,
es la injusticia sentida ante la negación
de tal espectro de sensaciones e ideas; y es que quien no quisiera pertenecer a
una sociedad que luchara por la paz y la igualdad, aquella embriagada aun con
las filosofías humanistas y románticas que
pretendía defender la libertad aun sin conocer que implicaría este concepto.
Por un momento sus ojos se cruzaron y el
tiempo paso, volaron juntos a aquella época donde las revoluciones y las peleas eran por
conocimiento se sintieron a gusto perteneciendo a una misma era, pero el
momento termino y volvieron a la realidad. Al menos 25 años los separaban pero
por un segundo fueron compatriotas, y hasta amigos.
Me gusta como te expresas... Neoidealista romántica :D :P
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