Seguro me recuerdas de algún lugar, probablemente a estas alturas
solo sea una cara más en una fiesta repleta. Una de las tantas en la lista
incontable de conquistas del afamado Rockstar. Seguro te excusaras, dirás que
llevo el pelo diferente o que ya no me visto igual, que el maquillaje ahora si
te deja ver mi rostro con pecas y bronceado por el sol. De repente me
miras fijo, como quien busca la aprobación de los recuerdos, una orden de mando
para hacer la acción. El toque preocupado de la niña que ahora traes del brazo
te trae devuelta.
Para llegar a
donde estoy caminas por el medio de las sillas, pides permiso un par de veces e
intentas devolverte otras dos. Cuando finalmente llegas a mi mesa te apresuras
a decir como ha pasado el tiempo, yo sonrió en silencio como gesto de
aprobación mientras tu sueltas un suspiro pesado (¿Te estará pasando cuenta la
conciencia?) haciendo que la atmosfera se torne pesada e incómoda. No sucumbo
al pánico porque se lo que vendrá, este acto me lo conozco bastante bien
- "¿Me podrías
traer una copa, por favor?”- Dirías, esperando escuchar de parte de la
chiquilla que colgaba de tu brazo un " Por supuesto". Ya conmigo,
juntos y a solas, te disculparías; dirías que eras joven y que no entendías eso
del amor, que eras un malcriado y que para ese entonces te creerías un dios. Yo
esperaría a que terminaras con tus escusas baratas para así poder decirte
aquello que tenía mi vida en hold desde hacía un tiempo.
A lo lejos, justo
por la puerta que estaba al lado de la barra veo como se acerca hacia nosotros
un hombre alto y esbelto, con el pelo alborotado y unos ojos verde oscuros
ocultos tras unos lentes de marco gris. Al llegar a mi lado no podría evitar sonreír
mientras su mano me toma por la cintura, me controlaría pero eso no evitaría
que las palabras salieran a tropezones...
-" ¿Recuerdas
a....?"- Me interrumpirías para saludar, yo sabía que el nombre no sería
necesario, a este chico lo conocías bien. Él era tu cuate, tu mejor amigo, el
bestie, tu bff... todo lo que durante un tiempo querías ser. Luego me mirarías
y todo cobraría sentido. Recordarías por arte de magia mi nombre, los besos
tras bambalinas luego de tu primer gran concierto, como practicabas los autógrafos
en mi cuerpo y más que nada recordarías mi canción, aquella que solo me tocabas
a mí, la que juraste nunca hacer pública... la misma que luego se volvió un
hit.
Te quedarías
parado sin entender nada, hasta que el chico que está a mi lado me apriete un
poco más contra él y diga: " Gracias bro', por permitirme conocer al
amor de mi vida". Tú sonreirías triste y confundido, mientras mi mente repetía:
" Has perdido a tu groupie, amor. La has perdido."
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